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La acusación a Rubén Lanao de filtrar imágenes íntimas de su expareja recuerda la gravedad de la pornovenganza

El acordeonero ha sido apartado de la banda del cantante de vallenato Silvestre Dangond mientras se resuelve su situación jurídica

Rubén Lanao
Rubén Lanao durante un concierto.@rubenlanao
Jules Ownby

En los últimos días se ha conocido que Rubén Lanao, el acordeonero de uno de los artistas de vallenato más famosos de Colombia, Silvestre Dangond, presuntamente filtró imágenes explícitas e íntimas de su expareja, luego de que ella se rehusara a volver con él. Aunque Lanao, una figura pública con más de 200.000 seguidores en Instagram, ha negado ser el responsable de su publicación, la mujer compartió este jueves con W Radio un pantallazo de los mensajes de WhatsApp que, dice, le envió el músico. “Me imagino qué estarás haciendo. Ya tienes manes [otros hombres] y todo”, dice uno de ellos, datado a las 11.14 p.m de un día de 2022 que no ha sido especificado. La mujer, que ha preferido mantener el anonimato, no responde. Casi tres horas después, a la 1:58 a.m., recibe otro mensaje: “Si te llega un video de nosotros entonces no me digas nada. Buenas noches”.

La víctima, de 21 años, le aseguró este jueves a Semana que Lanao filtró las imágenes. “Es triste ver cómo mi privacidad y mi intimidad se han visto vulneradas por confiar en alguien a quien en algún momento amé. Duré cuatro años con una persona que no respetó mi privacidad. Expuesta y señalada, yo creo que es poco para expresar cómo me he sentido en este último mes donde no he podido prácticamente ni siquiera salir de mi casa por miedo”, relató. En entrevista con la emisora Blu Radio, explicó que a su juicio se trata de un caso de porno vengativo: “Es una pornovenganza, porque es como diciéndome: si no estás conmigo, entonces no estás con nadie”, dijo.

La mujer se lamentó de que los usuarios en redes sociales siguieran difundiendo las imágenes, pese a que ella nunca dio su autorización para que se hicieran públicas. “Esta es una de esas situaciones en las que uno piensa que jamás va a estar envuelto. Mi vida dio un giro de 180 grados en cuestión de horas, minutos. Las personas han perdido sensibilidad con lo que comparten y comentan, no se dan cuenta de que hay seres humanos detrás de las pantallas”, afirmó.

Los acontecimientos han tenido repercusiones legales y profesionales para Lanao. Las empresas que representan a la banda de Silvestre Dangond, WK Entertainment y Hits Don’t Lie Music, publicaron este jueves un comunicado conjunto en el que anuncian que “el señor Rubén Lanao se mantendrá fuera de la agrupación, hasta que se aclare su situación jurídica”. Ese mismo día, Lanao argumentó que el mensaje de WhatsApp “se ha descontextualizado” y que es inocente.

La mujer presentó una tutela contra Lanao y contra siete empresas o plataformas de internet, ocho medios de comunicación y una página de videos pornográficos para exigir el respeto a su derecho a la intimidad. El pasado 7 de marzo, el Juzgado 18 civil municipal de ejecución de sentencias de Bogotá le dio la razón y concedió un plazo de 48 horas al músico para que “cese cualquier acto de divulgación de videos o fotografías de contenido privado e íntimo donde aparezca [su expareja] y elimine cualquier tipo de archivo o dato, videograbación, imagen o audio de contenido sexual o íntimo entre este y la accionante”. También ordenó a los representantes de las plataformas, como WhatsApp, Facebook y X, que “procedieran a la eliminación del contenido publicado en las URL señaladas en las consideraciones del fallo”. Por los tiempos de notificación de la tutela, Lanao tenía hasta el fin de semana anterior para cumplir.

El caso se hizo viral después de ese plazo y, este jueves, Lanao publicó un video en su cuenta de Instagram en el que asegura que él no difundió las imágenes. “La historia que vivimos nunca la expondría, y por mi trabajo tampoco lo haría. Al grabarlos y conservarlos, estos videos, éramos conscientes del riesgo que corríamos, pero nunca dimensionamos, nunca lo dimensionamos como lo estamos haciendo ahora. Quien quiera que haya puesto a circular estos videos, déjenme decirle que invadió nuestra privacidad y vulneró, como no tiene ni idea, nuestra intimidad. Todo esto lo hablé con ella en su momento”, dice. A continuación, se refiere a su situación jurídica. “Hay una tutela que me pide que baje los vídeos, pero ¿qué más quisiera yo? Le estoy contestando a un juez, con el respeto que la justicia merece, que no puedo bajar lo que no he subido, ni consentido. Se me hace imposible si no ha salido de mis manos”, agrega.

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El 60% de las mujeres colombianas han sufrido acoso en redes

Los abogados de la víctima contaron este jueves a Semana que tomarán nuevas acciones legales contra Lanao: lo acusarán de injuria por vía de hecho y violación de datos con perspectiva de violencia de género. Aunque podría parecer extremo, la violencia machista es común en Colombia, e incluye el uso del internet para acosar o atentar contra la dignidad de las mujeres. Según el Ministerio de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones, el 60% de las mujeres de entre 18 y 40 años han sufrido algún tipo de acoso por redes sociales. En 2019 el entonces senador Richard Aguilar presentó un proyecto de ley, que no salió adelante, para crear un tipo penal específico para la pornovenganza; entre sus motivos contó que había 157 denuncias registradas por ese tipo de casos.

La difusión indeseada de videos íntimos ha afectado a un número indeterminado de mujeres en Colombia. El primer caso sonado en el país ocurrió en 2001, cuando la periodista de entretenimiento Graciela Torres, conocida como La negra Candela, publicó un video íntimo de la actriz Luly Bossa y su entonces pareja Alberto Pérez. Bossa luego ganó una demanda contra Torres, quien reveló este año que le pagó 86 millones de pesos (unos 38.500 dólares de la época) a la actriz por difamación y daño a la moral. En 2007 ocurrió otro caso similar. La entonces pareja de la periodista y presentadora Ana Karina Soto publicó en internet un video de los dos teniendo relaciones sexuales. Años más tarde, Soto recordó la experiencia en el podcast Voz Podés: “Yo me sentí vulnerada y violada porque finalmente si tú no permitiste algo y hacen algo contra ti sin tu consentimiento e invaden tu intimidad, de esa manera tú te sientes violada”.

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Sobre la firma

Jules Ownby
Periodista de El País en Bogotá. Ha trabajado como redactor y productor audiovisual en varios medios norteamericanos. Estudió ciencias en la Universidad McGill en su ciudad natal, Montreal, y cursó el máster de Periodismo UAM-El País en la promoción 2022-2024.
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