La guerrilla del ELN y el Gobierno de Colombia extienden el cese al fuego hasta el 5 de febrero

Las delegaciones del Gobierno de Gustavo Petro y el Ejército de Liberación Nacional (ELN) han acordado sobre la hora extender hasta el próximo lunes, 5 de febrero, el cese al fuego vigente con la última guerrilla en armas de Colombia, que expiraba este mismo lunes, y los protocolos que lo han regido hasta ahora. Las partes proseguirán la evaluación de esa tregua en el sexto ciclo de negociaciones de paz que se desarrolla en La Habana, y cuando culmine esa evaluación “se firmará la prórroga”, ha informado la mesa de diálogos en un escueto comunicado sin mayores detalles.

La esperada prórroga del cese al fuego se ha dilatado más de lo presupuestado, en medio de versiones cruzadas. “Ya hay un acuerdo, falta que ahora el Gobierno emita el decreto y que ellos den la orden del cese al fuego” por otros seis meses, había declarado hace una semana el alto comisionado para la Paz, Otty Patiño, que viene de ser el negociador jefe con el ELN. Sus palabras fueron interpretadas como un anticipo al anuncio formal de las delegaciones. El fin de los secuestros por parte de la guerrilla y el espinoso debate sobre su futura financiación son los temas que han frenado por ahora un acuerdo.

Las partes mantienen así, de momento, el inédito cese al fuego de seis meses que entró en vigor a partir del 3 de agosto de 2023, acordado en el cierre del tercer ciclo de negociaciones, también en Cuba. Los mecanismos de monitoreo y verificación incluyen la participación de la ONU y la iglesia católica. Las delegaciones pactaron desde entonces crear las condiciones para prorrogar esa tregua, que no incluye hostilidades con terceros.

La mesa con los elenos es la más avanzada en el marco de la política de paz total del Gobierno de Petro, que pretende dialogar en simultaneo con varios grupos armados, a menudo enfrentados también entre ellos. La otra mesa formal es con las disidencias de la extinta guerrilla de las FARC agrupadas en el llamado Estado Mayor Central, con las que también hay un cese al fuego en vigor hasta el próximo 15 de julio.

El ELN se comprometió en diciembre a suspender “las retenciones con fines económicos”, como se refiere al secuestro extorsivo de civiles, “en el marco de la prolongación del cese al fuego prevista para finales de enero [de 2024]”. Así se conjuraba la crisis que había provocado a finales de octubre el secuestro, en pleno cese del fuego, del padre del futbolista Luis Díaz. Esa acción conmocionó al país y puso el foco sobre un crimen muy repudiado por la sociedad colombiana que el ELN enmarca como parte de sus actividades económicas. La guerrilla lo liberó después de 12 días de cautiverio. La delegación del Gobierno ha sido enfática en exigir la libertad del resto de secuestrados.

Las delegaciones han sostenido ciclos de negociación en Venezuela, México y Cuba, mientras que el propio Petro postuló este mes a la Ciudad del Vaticano como sede para una próxima ronda de diálogos de paz, luego de reunirse con el papa Francisco en la Santa Sede.

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