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GOBIERNO DE COLOMBIA
Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

Un Fondo que para poco ha servido

Si usted pregunta en el Fondo de Adaptación qué proyecto desarrollaron para mitigar el impacto de una temporada seca la respuesta es lamentable: ninguno

Incendio forestal en Nemocón, Cundinamarca
Bomberos intentan detener el incendio forestal en Nemocón (Cundinamarca), el 24 de enero.CHELO CAMACHO

Recuerdo esa terrible temporada de lluvias que hace 12 años golpeó a Colombia dejando tras de sí carreteras destrozadas, miles de personas sin vivienda y cientos de muertos. Recuerdo que esa fue la forma en que se inauguró el Gobierno de Juan Manuel Santos, quien entonces puso a funcionar dos entidades para atender la emergencia. Una se dedicaría a las labores de atención de los damnificados y la otra a reconstruir pueblos y vías afectadas, así como a preparar al país para futuras emergencias climáticas. La segunda se llamó Fondo de Adaptación y sigue funcionando como una dependencia del Ministerio de Hacienda.

En sus inicios, el Fondo de Adaptación se iba a dedicar a recuperar al país tras los desastres del llamado fenómeno de La Niña en aquel aciago 2011; sin embargo, su misión no quedó enmarcada únicamente en adelantar proyectos para mitigar el impacto de las fuertes lluvias en Colombia, sino que se definió que debía ser la oficina encargada de desarrollar iniciativas enfocadas en la gestión del riesgo y la adaptación al cambio climático, mas esto segundo parece que nunca se vislumbró de manera seria.

Ahora que el país atraviesa por una delicada emergencia por cuenta del fenómeno de El Niño que nos hace augurar largas semanas, por no decir que largos meses, de constante calor y lluvias nulas, si usted pregunta en el Fondo de Adaptación qué proyecto desarrollaron para anticipar o mitigar el impacto de una temporada seca la respuesta es lamentable: ninguno.

Durante 13 años, y haciendo gala de una lentitud abrumadora, el Fondo de Adaptación ha estado trabajando en proyectos casi eternos como la reconstrucción del poblado de Gramalote, la solución a las inundaciones de La Mojana o la recuperación del Canal del Dique. Sin embargo, y como si sus gerentes hubiesen vivido desconectados de un mundo que día tras día nos recuerda que vendrán climas extremos, nunca sacaron adelante un solo proyecto útil para hacer frente a una sequía como la que estaremos enfrentando en los meses por venir.

No hay que ser climatólogo experto, sino a duras penas un ciudadano medianamente informado, para tener claro que con la emergencia climática que poco a poco se hará más intensa en el planeta llegarán largas temporadas sin lluvias y temperaturas cada vez más altas para la mayor parte de rincones del planeta. Quien sabe qué pasó con los gerentes del Fondo que se quedaron pensando que en Colombia solo iba a llover y ya. ¿Falta de información? ¿Simple mediocridad?

Vienen las semanas más duras. La escasez apenas comienza y ya hay municipios del país con racionamiento de agua y multas a quienes desperdicien el líquido. Son los primeros síntomas de algo mucho más grave y que no sé si nuestras autoridades están listas para atender.

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Los incendios van a arreciar. La generación de energía se verá comprometida. Nos van a pedir que ahorremos agua. Pero todo lo que nos digan y todo lo que hagan serán medidas de urgencia, porque desde el Gobierno de Santos se inventaron una oficina para anticiparse al cambio climático que en realidad terminó, como tantas otras oficinas de Gobierno, convertida en botín burocrático de unos pocos.

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