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Elecciones en Colombia
Columna
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El efecto Francia Márquez en las elecciones regionales 2023

Una victoria se ratificó en las urnas: la de los pueblos del Pacífico que reconocen el poder de sus votos para transformar la realidad

Francia Márquez
Francia Márquez vota durante las elecciones presidenciales de 2022.STR (AFP)

Los resultados de las elecciones regionales de este domingo en Colombia plantean varias reflexiones sobre la influencia de nuestra vicepresidenta Francia Márquez en el escenario político del Pacífico colombiano.

Francia Márquez fue un fenómeno político sin precedentes durante la contienda presidencial de 2022. Su movimiento “Soy porque somos” se fortaleció en un momento en el que las luchas sociales del Pacífico necesitaban un proyecto de unidad para hacer frente a las secuelas del conflicto e inacción eterna del Estado.

En los últimos años, esta región se ha destacado por hacer contrapunto en el escenario político nacional, con acciones como los paros cívicos de 2016 y 2017 para reclamar la presencia estatal y garantías de vida digna para los ciudadanos. También el rotundo triunfo del “sí” en el plebiscito por la paz de 2016, cuando el resto del país votó por el “no”. Tras estos eventos, Francia ofreció una plataforma política que recogía el sentir de estos pueblos para ponerlo por primera vez en la agenda estatal. En consecuencia, el apoyo a la campaña presidencial del Pacto Histórico en la región fue casi unánime, llevando a Francia a la Vicepresidencia.

Dado este contexto, era de esperarse que el Pacto Histórico se quedara con un buen número de alcaldías y gobernaciones del Pacífico en las elecciones regionales de este domingo. El balance verdadero puede no estar sobre la superficie.

Aunque el Pacto Histórico no ganó en las principales capitales del Pacífico, tampoco se puede hablar de una entrega del poder a la política tradicional. Las gobernaciones de Cauca y Nariño fueron conquistadas por el Pacto Histórico y sus aliados, mientras el Valle se mantuvo fiel a la clase político-empresarial que la ha gobernado por años.

El caso del Chocó es particular. La gobernadora electa, primera mujer en la historia del departamento en llegar a ese espacio, ofrece un proyecto político fresco, pero bajo el amparo del Partido Liberal, uno de los más tradicionales del país. Sin embargo, este triunfo del liberalismo puede leerse también como la muerte política del clan familiar de los Sánchez Montes de Oca, que se ha quedado con representaciones al Congreso, alcaldías y Gobernación por más de dos décadas, pero se vio derrotado en esta contienda.

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Aunque en los cuatro departamentos del Pacífico —Chocó, Cauca, Valle y Nariño—pocas alcaldías quedaron en cabeza del Pacto Histórico, sí lograron desligarse significativamente de las maquinarias de la política tradicional. Tal es el caso de centros importantes como Timbiquí, Guapi y Quibdó. En esta última ciudad, la carta joven del Partido Verde venció al aparato político del Partido Liberal. En los departamentos de Cauca y Nariño, los partidos de la coalición del Pacto Histórico o cercanos a este ganaron más del 30% de las alcaldías.

El partido de La U se quedó con buena parte de las alcaldías del Valle del Cauca, mientras los liberales lo lograron en el Chocó. Demuestran con esto que los grandes clanes políticos siguen vivos. Sin embargo, cada vez pierden más terreno frente a iniciativas de izquierda y centro-izquierda cercanas al ejercicio político de Francia Márquez.

Sin decir que el número de escaños alcanzados son los que se esperaba luego de la tremenda irrupción de Francia Márquez y Soy Porque Somos en la política del país, hay una victoria que se ratificó en las urnas este domingo: la de los pueblos del Pacífico que tras una década de disonancias políticas con el resto del país reconocen el poder de sus votos para transformar la realidad.

En el Pacífico, quizás nuestra experiencia del conflicto y la exclusión, los consecuentes paros cívicos, la movilización social de los últimos años, el impacto de nuestro “sí” uniforme en el plebiscito por la paz y el triunfo en las últimas elecciones presidenciales nos han enseñado el valor de nuestras decisiones.

Quizás de eso se trata Soy porque somos y la influencia de Francia Márquez, de generar cambios en nuestra conciencia profunda, de reconocer nuestro poder, de cambiar las estructuras tradicionales con la fuerza de nuestra participación.

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