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El grupo salvadoreño Calleja logra lo que no pudo Gilinski: comprar el Éxito

Los nuevos dueños potenciales de la cadena de origen antioqueño presentarán una OPA para adquirir por 1.175 millones de dólares el 34,05% de sus acciones

Camilo Sánchez
Personas compran celulares en una tienda del Grupo Éxito
Personas compran celulares en una tienda del Grupo Éxito, en marzo de 2022.Sebastian Barros (Getty Images)

El Grupo Éxito ha anunciado esta semana que cambia de dueño. El Grupo Calleja de El Salvador ha acordado con el conglomerado francés Casino, hasta ahora el socio mayoritario de la cadena de origen antioqueño, la adquisición del 100% de sus acciones para hacerse con el control de los supermercados más grandes de Colombia. A falta de las autorizaciones de la Superfinanciera y la Securities and Exchange Comission, los reguladores locales colombiano y estadounidense, la transacción lanzada por Calleja se ejecutará a través de una Oferta Pública de Adquisición (OPA) en los dos países por un importe máximo de 1,175 millones de dólares.

Aparentemente todos los actores salen ganando con el acuerdo. Casino, con serias tormentas financieras y planes de desprenderse de por lo menos la mitad de sus filiales en Suramérica, consigue algo de liquidez para tapar las deudas que lo tienen al borde de la ruina. Calleja, el primer grupo minorista de El Salvador, ensancha sus operaciones y asume una posición dominante de un negocio estratégico en Colombia, con tiendas también en Brasil y Uruguay.

La transacción contempla la adquisición de al menos el 51% de las acciones proyectadas, el derecho a voto y el 13,3% de acciones que la subsidiaria de Casino en Brasil, Pao de Açucar (GPA), tiene en el Éxito. La oferta de Calleja, que tiene más de seis décadas de historia y es dueña de la popular cadena Súper Selectos en su país, es de 0.9053 dólares por acción. Esto se traduce en que la participación directa de Casino representaría unos 400 millones de dólares, mientras que la de GPA alcanzaría alrededor de 156 millones. El preacuerdo establece que los salvadoreños pagarán en efectivo.

“El precio ofrecido por acción se verá reducido por cualquier distribución extraordinaria de dividendos o cualquier otra distribución, pago, transferencia de activos (…)”, se lee en un comunicado del consorcio francés fechado en París el lunes 16 de octubre. Tras la noticia, la cotización de las acciones del Grupo Éxito llegó a dispararse el martes un 33% en la Bolsa de Valores de Colombia. Una señal que se puede interpretar como un espaldarazo a la absorción de uno de los negocios antioqueños insignia por parte de una compañía centroamericana que cuenta con 110 almacenes.

La empresa recoge el apellido de su fundador, Daniel Calleja, un migrante español que en la década del 50 del siglo pasado incursionó en el negocio de los mercados con una tienda bautizada Sumesa. Una historia paralela a la del Éxito, que nació en una bodega del centro de Medellín en 1949 con el objetivo fundacional de vender retazos y textiles. Años después el negocio se expandió y se fueron sumando productos para emular la experiencia de los supermercados Carulla de la capital, fundados por un comerciante catalán del mismo apellido. El Éxito, adquirido por la cadena bogotana años después, suma solo en Colombia una plantilla de 40.000 empleados.

El salvadoreño Juan Carlos Calleja Hakker, nieto del patriarca Daniel y excandidato a la presidencia de El Salvador, se encuentra hoy al frente de la operación. El magnate de 47 años se especializó en administración de empresas en una Universidad de Nueva York y a su corta edad le ha ganado el pulso para quedarse con el Grupo Éxito al experimentado banquero caleño Jaime Gilinski. El sagaz empresario colombiano, dueño de una de las cinco mayores fortunas del país, había lanzado a mitad de año dos ofertas para hacerse con el 96% de la participación del brasileño GPA en el Grupo Éxito.

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La primera apuesta del magnate de 66 años fue a finales de junio y ascendía a 836 millones de dólares (0,67 dólares por acción). La segunda arremetida llegó dos semanas después, a principios de julio. Fue una apuesta por un pretensión de adquisición menor de GPA a un precio un 20% mayor: 0,89 dólares por acción.

Las dos ofertas fueron rechazadas. Desde entonces no ha habido nuevos pronunciamientos de un clan familiar expuesto en los últimos meses al seguimiento mediático por cuenta de su cruzada para comprar la multilatina de alimentos Nutresa en una larga y ardua batalla con el denominado Grupo Empresarial Antioqueño.

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Sobre la firma

Camilo Sánchez
Es periodista especializado en economía en la oficina de EL PAÍS en Bogotá.

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