Daniel Quintero renuncia a la Alcaldía de Medellín

Daniel Quintero ha decidido renunciar a la Alcaldía de Medellín tres meses antes de que acabe su periodo constitucional. El político del movimiento Independientes explicó que deja su cargo para hacerle campaña al candidato Juan Carlos Upegui, quien va de segundo en las encuestas detrás de Federico Gutiérrez. El anuncio lo hizo en la madrugada de este domingo por medio de sus redes sociales. “Las razones que me llevaron a ser alcalde son las mismas que hoy me llevan a tomar la decisión de renunciar al cargo”, dijo en un video publicado en Twitter. Quintero insistió en que renuncia porque no puede quedarse “cruzado de brazos viendo como los políticos de siempre, a través de Fico, que antes era una persona alternativa, están usando todas las artimañas para volver al poder”.

El hasta ahora alcalde de la segunda ciudad más importante de Colombia dijo que será “un soldado más” de la campaña de Upegui, exsecretario de No violencia de su administración y primo de su esposa Diana Osorio. “Upegui es la única alternativa para poder enfrentar al Fico-Uribismo, me despojo de la investidura de alcalde para salir a luchar. Mis armas serán Dios y estos volantes”, afirmó Quintero en un video que ha sido visto por más de 120.000 personas. El anuncio oficial se hará este domingo a las 9 de la mañana en la Estación Acevedo del metro de Medellín.

Además de apoyar a Upegui, el exalcalde también trabajará para impulsar a los más de 2.500 candidatos que avaló su movimiento Independientes, incluidos Deninson Mendoza para la Alcaldía de Cali, David Fajardo para la de Cúcuta y José Luis Osorio para la de Cartagena.

El Gobierno Nacional expidió un decreto este sábado a las 11 de la noche en el que acepta la renuncia irrevocable de Quintero. El decreto 1609 del 30 de septiembre del 2023, firmado por el ministerio del Interior, Luis Fernando Velasco, designa a Óscar Hurtado Pérez, quien hasta hoy era secretario de Gobierno, como alcalde encargado de Medellín. Ahora le corresponde al presidente Gustavo Petro escoger al remplazo oficial de Quintero entre tres secretarios actuales de la alcaldía: el de Gobierno, Óscar Hurtado Pérez; el secretario de Seguridad, el general retirado José Gerardo Acevedo, y el secretario privado, Juan David Duque.

La salida prematura de Daniel Quintero se rumoraba desde hace días, pero tomó fuerza después de que el mandatario tuviera una fuerte discusión con un concejal de la oposición. Quintero lo insultó públicamente después de radicar ante el Concejo el proyecto de acuerdo para diluir la participación de EPM en Tigo- UNE. La Procuraduría le abrió una investigación por estos hechos. El organismo de control también lo investiga por presunta participación política en las elecciones 2022.

En mayo del año pasado, en la recta final para la primera vuelta de la campaña presidencial, la procuradora Margarita Cabello decidió suspender provisionalmente a Quintero por su apoyo en un video de redes sociales a favor de Gustavo Petro, sin llegar a mencionar su nombre. Aunque en Colombia los funcionarios públicos tienen prohibido participar en política electoral, Quintero consideró la medida como un “acto dictatorial” y defendió que no se refería a la campaña. “El cambio en primera”, decía Quintero, al volante de una camioneta mientras movía la palanca del vehículo, en el famoso video que difundió en Twitter –ahora X–. La misma Procuraduría ordenó su restitución en junio, una vez concluyeron las presidenciales, con Petro como presidente electo.

Además de los problemas con la Procuraduría, el exalcalde Quintero tenía al momento de dejar su cargo la popularidad más baja en casi 30 años de medición de la encuesta Invamer. Según el último sondeo, la aprobación del mandatario estaba en el 28 %, mientras que la desaprobación era del 61,9 %. El 66 % de los ciudadanos opinaba que las cosas en la ciudad estaban empeorando.

El abogado y académico Ramiro Bejarano expresó su inconformidad con la decisión de Quintero: “Enorme vacío de ley al no prohibir que en plena campaña un alcalde renuncie a su cargo para apoyar al candidato de su preferencia, valiéndose de su influencia en la administración. Si la ley no lo impide por lo menos la ética pública debería frustrar ese asalto a la decencia”.

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