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Las utilidades de Ecopetrol caen en el primer semestre por los bajos precios internacionales del crudo

A pesar de que las ganancias de la mayor compañía del país bajaron un 61% durante el segundo trimestre, la producción alcanzó un récord de 728 mil barriles diarios y las exportaciones crecieron

Trabajadores en la refinería de Ecopetrol Barrancabermeja
Trabajadores en la refinería de Ecopetrol en Barrancabermeja, Colombia.Ivan Valencia (Bloomberg)
Camilo Sánchez

Tras un pujante 2022, los beneficios en el primer semestre de este año para la industria petrolera se han moderado. Los resultados de Ecopetrol, la mayor empresa de Colombia y una fuente fundamental de financiación del Estado, reflejan con nitidez el impacto de la caída en la cotización del crudo. De acuerdo con un informe presentado este martes por la compañía de mayoría estatal, durante el segundo trimestre las ganancias bajaron un 61% y las ventas un 22%, frente al mismo período de 2022. Dos cifras en apariencia críticas, pero que no retratan la aceptable salud global de la operación.

Todo parece indicar que el sector atraviesa un cambio de ciclo económico y los días de bonanza se han moderado. Conviene recordar que durante 2022 el precio por barril Brent, el crudo de referencia mundial, alcanzó máximos de 122 dólares a mitad de año. En el transcurso de 2023 ha rondado los 77 dólares. Se trata, pues, de una caída de aproximadamente el 30% en la cotización del petróleo.

Pero Daniel Guardiola, director de análisis de venta variable del banco de inversión BTG Pactual, llama a la prudencia frente a los resultados de la petrolera: “No se puede ser tremendistas. El precio internacional es más bajo, es una realidad. Además, debemos recordar que la nueva reforma tributaria le impuso una sobretasa de casi 15 puntos porcentuales a las petroleras”.

Se trata de una amalgama de factores ajenos al control de la empresa dirigida por el exgerente de campaña del presidente Petro, Ricardo Roa Barragán. Para la estructuradora senior de banca privada en el banco Itaú, Valeria Álvarez, la simple comparación interanual resulta borrosa para el análisis. Más aún, asegura, si se tiene en cuenta que los datos dejan por fuera indicadores macroeconómicos decisivos para entender el cuadro completo, como las altas tasas de interés y la inflación: “Todo esto incidió en el incremento de los costos fijos y costos laborales. También tuvo un impacto negativo, en un ambiente de mayores gastos financieros, sobre la utilidad”.

Además, al desgranar la variedad de datos que ofrece el reporte de resultados para el segundo trimestre de este año, los analistas resaltan que las importaciones de crudo crecieron un 4% con respecto al año pasado. La producción, por su parte, rebasó el promedio de los últimos tres años y alcanzó los 728 mil barriles diarios (las metas proyectadas se limitaban a 720 mil). A lo que se suman los 12,3 billones de pesos ejecutados en inversiones de capital durante el primer semestre.

Síntomas que refuerzan la idea de que, a pesar del retroceso en las tendencias internacionales, los pilares de la compañía de la iguana siguen bien asentadas. “Si uno mira el contexto más grande, con un EBITDA de 14 billones de pesos al trimestre, o 4 billones de utilidades, encuentra que las cosas están bastante bien. Lo que pasa es que hay que entender que el año pasado fue extraordinariamente bueno”, remata Daniel Guardiola.

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Sobre la deuda de Ecopetrol se ha repetido que, a pesar de que llega a los 25,866 millones de dólares, no presenta riesgos porque la capacidad de pago de la empresa para saldarla es sólida. De hecho, Valeria Álvarez recuerda que este año aumentaron los gastos pero no ha alterado el nivel de endeudamiento, que se mantiene en 1,6 veces el resultado bruto de la operación (EBITDA), una métrica clásica para evaluar la solvencia de una compañía a la hora de cumplir con sus obligaciones. La deuda de Ecopetrol es sana, repiten y resumen los analistas.

Sin embargo, la tan anunciada recesión económica mundial, cuya profundidad se advierte moderada o baja, parece esperar a la vuelta de la esquina. Por eso Valeria Álvarez pierde de vista la volatilidad en los precios del crudo: “La desaceleración es un riesgo. No es improbable que la demanda de crudo y otros productos empiece a moderarse para el último cuarto de este año, lo que a su vez se traduciría en una caída de los precios”.

Tras el anuncio de los resultados, este miércoles la acción de Ecopetrol cayó alrededor del 3% en la Bolsa de Valores de Nueva York. Una reacción de los mercados que también coincide con el incierto futuro en la firma de nuevos contratos de exploración y explotación de hidrocarburos. Un asunto farragoso para el Gobierno del progresista Gustavo Petro, que dentro de su anunciado plan de transición energética contemplaba la suspensión de nuevos proyectos.

El resultado de aquella propuesta electoral, una de sus banderas de campaña, ha sido de zozobra para los inversionistas y otros actores del sector. Tras su posesión, incontables debates y la dimisión de la ministra de Minas, Petro ha optado por aplazar la decisión y dejar en suspenso el futuro de las licitaciones. Un nervio sensible para Ecopetrol y para toda una economía que concentra algo menos de la mitad de sus exportaciones en este sector.

Otro tema que ha sido objeto de preocupación en el plano local es la deuda contraída por el Estado con la petrolera por cuenta del denominado fondo de estabilización en los precios de los combustibles, una suerte de subsidio diseñado por los Gobiernos anteriores para costear los precios internos. El atraso estatal en los pagos de hasta 30 billones de pesos ha desembocado en un desbalance para la caja mayor de la petrolera. De poco ha servido además el plan del Gobierno para tratar de atenuarlo a través del incremento gradual en el precio del galón.

El caso se ha convertido en materia de urgencia. “Hoy el Gobierno podría cubrir 13 billones cruzando dividendos”, alerta el analista Daniel Guardiola, aludiendo a la posibilidad de que el Gobierno no gire recursos, pero tampoco reciba reparto de las ganancias de la petrolera. “Pero aún quedan 17 billones que no tenemos ni idea cómo los van a pagar. Si el ritmo de endeudamiento mensual se sigue acumulando, vamos a cerrar el año con un déficit de 27 billones de pesos”. Un asunto vidrioso para las finanzas de la quinta compañía por tamaño de Latinoamérica. A juicio del exministro de Hacienda José Antonio Ocampo, la situación podría dejar “en estado de iliquidez a Ecopetrol”.

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Sobre la firma

Camilo Sánchez
Es periodista especializado en economía en la oficina de EL PAÍS en Bogotá.

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