La Federación Nacional de Cafeteros desoye a Petro y elige a Germán Bahamón como nuevo gerente

El Congreso Cafetero reunido esta mañana en Bogotá ha nombrado gerente de la Federación Nacional de Cafeteros al huilense Germán Bahamón, en sustitución de Roberto Vélez, quien ocupó el cargo desde 2015 hasta diciembre de 2022. Bahamón, de 48 años, trabajó en multinacionales como Apple Colombia, Sony o Kimberly Clark, y asume el cargo tras un proceso de selección de casi cinco meses en el que accedió a la terna final junto a la excontralora Sandra Morelli y el exrepresentante en Asia del poderoso gremio privado Santiago Pardo.

El cambio de dirección viene precedido por una intempestiva publicación del presidente Gustavo Petro en su cuenta de Twitter, el miércoles por la noche. Pidió no elegir hoy al nuevo gerente, a pesar de que la fecha estaba definida hace dos semanas, para que el nuevo ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, “pueda tomar su decisión al respecto”. La solicitud no tuvo mayor efecto en un gremio privado y autónomo cuya singular estructura establece vasos comunicantes con el Estado colombiano a través de un contrato para la gestión de una cuenta parafiscal, que administra recursos públicos, conocida como el Fondo Nacional del Café. El ministro de Hacienda saliente, José Antonio Ocampo, asistió al Congreso en el que fue elegido Bahamón. Tras conocerse la elección por unanimidad, Petro, que en diciembre presionó para la salida del anterior gerente, publicó un mensaje con tono retador: “Pensé que era el tiempo del diálogo y la construcción común. Dialogaré con sus organizaciones de base regionales”.

El vínculo entre la esfera pública y la organización privada que le da voz y voto a los ministros de Hacienda y Agricultura en el proceso ha dado pie para fricciones evidentes entre miembros del gremio y representantes del Gobierno que diferían sobre el perfil idóneo para el nuevo gerente. Bahamón, huilense y cafetero de tercera generación, llega en representación de un departamento que, a pesar de no haber formado parte de las regiones tradicionales de la caficultura colombiana, hoy concentra, con el 18,5% del total, la mayor producción del país.

El nuevo gerente llega con una trayectoria política distante del petrismo: en 2015 fue candidato del partido opositor Cambio Radical a la Alcaldía de Neiva, impulsado por su amigo el entonces congresista de esa formación Rodrigo Lara, hoy aspirante independiente a la Alcaldía de Bogotá. Esa campaña tuvo el apoyo desde la derecha uribista y Petro recordó dos viejos trinos del nuevo gerente en los que lo criticaba de forma abierta. Bahamón también fue director de la Caja de vivienda Popular de Bogotá designado por el exalcalde de Bogotá Enrique Peñalosa, un permanente crítico de Petro.

Bahamón asumirá el reto de oxigenar al gran gremio de un sector que fue durante medio siglo uno de los motores de la economía colombiana y que hoy busca remediar problemas como el envejecimiento y deserción del campo, la falta de tecnología para capear los caprichos climáticos o el impulso de otros países productores como Brasil o Vietnam. La producción de sacos de 60 kilos se redujo un 12% en 2022 con respecto al año anterior y se calcula que el aporte del café al PIB fue del 1,3% aproximadamente.

Desde el punto de vista gremial, Bahamón ha asegurado en entrevista con este diario que buscará la unión de los 15 comités cafeteros que conforman a la Federación y que evidencian fisuras en la conformación de dos bloques antagónicos. Por un lado se encuentran los cinco departamentos tradicionales del centro del país (Antioquia, Caldas, Risaralda, Quindío y Cundinamarca), que han puesto a siete de los 12 gerentes; y en el otro, departamentos como Cauca, Huila y Tolima, a los que muchos etiquetan como la “nueva Colombia cafetera” y que tradicionalmente han tenido escasa incidencia política.

Pero las metas del nuevo gerente también tienen la mira puesta en los mercados internacionales: “El 82% del café colombiano se exporta en verde”, explicó Bahamón en entrevista con El PAÍS el pasado lunes, “entonces, es importante crecer nuestra participación en la cadena de valor y afianzar las relaciones que tenemos con los socios comerciales del mundo para que ellos también sepan que el sello de café de Colombia le está agregando valor”. Y remata: “Si a usted le llevan a Ámsterdam un bulto de café verde en semilla, usted no puede identificar de dónde viene. Si no hay un blockchain que le permita tener confianza de que efectivamente viene del Huila, o de la Sierra Nevada de Santa Marta, se pierde garantía. Hay que trabajar desde el punto de vista de la narrativa comercial, y de la tecnología, que hasta ahora no lo hemos hecho de una buena manera”.

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