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La crisis económica golpea a los estudiantes universitarios en Colombia

La inflación aumenta el precio de las matrículas de las universidades privadas y varios grupos universitarios protestan

Estudiantes de universidades privadas en Bogotá protestan por el alza en las matrículas.
Estudiantes de universidades privadas en Bogotá protestan por el alza en las matrículas.rrss
Camila Osorio

El cumpleaños número 74 de la Universidad de Los Andes, este miércoles, fue amargo para varios estudiantes de esta institución privada, una de las mejores calificadas en Colombia pero también la más costosa. La semana pasada, en época de exámenes finales, la universidad anunció que el precio de las matrículas aumentaría considerablemente, casi un 13% : pasarían de pagar 19 millones el semestre a casi 22 millones de pesos (unos 4.400 dólares, al cambio actual). El semestre de medicina, que tiene la matrícula más alta, costaría 31,29 millones (unos 6.300 dólares). Por eso, la celebración del cumpleaños de unas 200 personas fue manifestaron en contra del aumento durante una celebración con 200 personas “Para la universidad ya es claro que estamos molestos”, dice Juan Pablo Alvis, estudiante de derecho de séptimo semestre que ha estado participando en varias protestas, como un plantón en el que un grupo de estudiantes quemó los recibos de matrícula frente a la rectoría. “Queremos una matrícula inferior y que se aplace el inicio de periodo de pago, que empezó ayer”, aclara a El PAÍS. El cumpleaños puede esperar, pero no la discusión sobre la matrícula.

Los Andes tiene las cifras más altas pero no es la única universidad donde los estudiantes han comenzado a protestar por el aumento de la matrícula. En Bogotá ya lo han hecho también estudiantes de las universidades Javeriana y Libre. Y en el resto del país los costos de las matrículas subieron igualmente en otras instituciones de educación superior, como Eafit (en Medellín), Icesi (en Cali), o la Universidad del Norte (en Barranquilla). “El lunes tenemos una reunión de coordinación con estudiantes de otras universidades privadas para acordar mecanismos de protesta conjuntos”, cuenta Alvis. En Los Andes, añade, ya se declararon en paro los estudiantes de artes y ciencias sociales, y esperan que más facultades se unan a la protesta.

La crisis en las universidades privadas era previsible: una gran parte de su presupuesto depende de las matrículas, y las instituciones de educación superior calculan el aumento cada año acorde al Índice de Precios de Consumidor (IPC). Como la inflación ha estado en dos dígitos este año (algo que no pasaba desde el 2000), el incremento es el más dramático del siglo.

“No me parece en este momento conveniente aumentos en tarifas de las matrículas de las universidades por encima del IPC”, dijo el Alejandro Gaviria, ministro de Educación y ex rector de Los Andes, a principios de este mes. “Yo creo que las universidades deben entender el momento difícil, coyuntural, económico, en el país, y no deben haber aumentos reales en las matrículas universitarias”. Los estudiantes argumentan que les están cobrando el IPS más uno o dos puntos.

Por su lado, las universidades también piden que se les entienda: tras la pandemia, con la inflación y la devaluación están en crisis. Ante las protestas en la Javeriana su rector, Jorge Humberto Peláez publicó un video para los estudiantes en los que les pide prepararse para “una nueva pandemia”. Tras la del coronavirus, explica, viene la del “alto costo de vida”. Peláez argumenta que varios factores hacen más caro el funcionamiento de la institución: tiene pagos en dólares por bases de datos o el funcionamiento de los laboratorios, y el peso se ha devaluado un 2$5 en los últimos 12 meses; el ajuste del salario mínimo para 2022 fue del 10%, y deben pagar los salarios de casi 6 mil personas; no subieron los precios de matrícula en 2021 y solo lo hicieron un 5,5 % en 2022. ¿El resultado? La Javeriana “quedó con una pérdida operacional de 9 mil millones de pesos”.

Los estudiantes también piden comprensión. Josué Rodríguez está en primer semestre de comunicación social en la Javeriana y es un influencer que ha utilizado las redes sociales para denunciar el aumento. Durante las protestas ha entrevistado a otros universitarios: una estudiante de antropología le dice que su matrícula subió 1.200.000 pesos; otra de artes escénicas dice que subió 1,7 millones; otra de ciencia política dice que la suya aumentó 1.600.000 pesos, un el 13%. “La educación se está volviendo impagable”, dice Rodríguez a EL PAÍS. “Entre los que conocí hay un estudiante, cuyo padre tiene dos hijos, que ya le tuvo que pedir a uno de ellos que no estudiara el próximo semestre, que trabaje con su papá un tiempo y luego ven”.

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Rodríguez se hizo viral hace unos meses con una serie de videos titulados ‘¿Cuánto cuesta tu Outfit?’ sobre lo costosa que es la moda que usan los estudiantes de la Javeriana y de otras universidades privadas. “Quería que fuera sobre moda, pero se volvió controversial en un país donde la desigualdad es tan notoria”, dice Rodríguez. Aunque muchos estudiantes en su universidad son de clase alta, dice Rodríguez, muchos de ellos pagan sus matrículas con créditos, becas o con trabajos de tiempo completo. “Decir que todos los de la Javeriana tienen plata es un estigma, no es cierto”, añade Rodríguez.

Mauricio Toro, director del ICETEX (la institución de créditos educativos del Estado) dice que la mayoría de sus 950 mil beneficiarios estudian en universidades privadas (solo Los Andes tiene 1260 estudiantes que financian sus estudios con este tipo de crédito). Toro explica que el ICETEX buscó apoyar los universitarios al permitir que los nuevos créditos y los que se renuevan, paguen una tasa de interés del 0, en vez del 7, 9 o 12% que antes cobraba. A esa tasa se suma el aumento del IPC, algo que afectaba a unos 110 mil estudiantes que no tenían posibilidad de aplicar a una condonación.

Si esa tasa de interés no hubiera desaparecido, algunos estudiantes hubieran terminado pagando el próximo semestre con una tasa de interés del 12%, más el IPC que ronda el 12%. Es decir, un aumento del 24% que ningún estudiante aguantaría. Las universidades ahora cubrirán el interés y la nueva reforma tributaria también aclara que ese costo “no podrá ser trasladado a las matriculas universitarias”.

“Entiendo ese malestar de muchos jóvenes por el crecimiento del IPC, que afecta a todos los hogares; y también encuentro la preocupación de las universidades que dicen que no han subido nada [la matrícula] en dos años, y están en un desbalance”, dice Toro. “Pero este es un momento muy importante en que las universidades tienen que entender las demandas de la juventud, tienen que entender las quejas. No es momento para que se encierren en consejos directivos a conversar sin habilitar el espacio para escuchar a los jóvenes. No digo que lo estén haciendo, pero esta es una nueva generación que ya no se queda callada, y quizás en un lenguaje que muchas universidades no han logrado entender”.

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Sobre la firma

Camila Osorio
Corresponsal de cultura en EL PAÍS América y escribe desde Bogotá. Ha trabajado en el diario 'La Silla Vacía' (Bogotá) y la revista 'The New Yorker', y ha sido freelancer en Colombia, Sudáfrica y Estados Unidos.

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