El Estado colombiano, condenado por amenazas y tortura psicológica a una periodista

Victoria agridulce para la periodista Claudia Julieta Duque. Este miércoles, el Consejo de Estado ha condenado al Gobierno colombiano por ser responsable de la tortura psicológica, las amenazas, los exilios forzados, las interceptaciones ilegales y la persecución contra Duque y su familia de parte del Departamento Administrativo de Seguridad (DAS), extinto organismo de inteligencia y contrainteligencia de Colombia, entre los años 2001 y 2010. El periodo recoge los mandatos de los expresidentes Andrés Pastrana y Álvaro Uribe.

Duque, que es periodista de investigación y trabaja como corresponsal de Radio Nizkor en Colombia, escribió haces años una columna de opinión en la que aseguró que lucharía hasta el último día de su vida para obtener justicia. Hoy asegura no haber podido contener las lágrimas al leer el fallo de 70 páginas del Consejo de Estado. En el 2019, la One Free Press Coalition, una alianza internacional de organizaciones y medios por la libertad de prensa, la incluyó en una lista como una de las 10 periodistas más amenazadas del mundo.

Duque llegó a ella porque en el año 2000 empezó a investigar el asesinato del humorista y periodista colombiano Jaime Garzón, uno de los más queridos en el país sudamericano. En sus informaciones, comprobó que el DAS había desviado información sobre los verdaderos autores materiales del asesinato. Desde entonces, y durante más de nueve años, sufrió persecución por parte del Estado colombiano, que intentó callar sus investigaciones. La periodista ha reiterado que lo que ha sufrido durante todos estos años es por las investigaciones del caso de Jaime Garzón: “Es el crimen que más le ha dolido al país, después de la muerte de Jorge Eliécer Gaitán”, dijo Duque en una audiencia judicial.

Hoy se sabe que en el homicidio de Jaime Garzón participaron el exparamilitar Carlos Castaño y el exsubdirector del DAS José Miguel de Narváez, que fue condenado a 30 años de cárcel. “Me dijeron: ‘Esto te pasa por querer desenterrar a los muertos, deja la basura en su lugar’, y afirmaron que tenían la orden de matarme bien muerta, que podían hacer conmigo lo que quisieran”, relató la periodista.

De acuerdo con la organización de derechos humanos Front Line Defenders, el Gobierno colombiano le ofreció protección y seguridad a Duque, pero fueron los mismos guardaespaldas gubernamentales quienes la espiaron informando al DAS sobre sus actividades y acusándola de cosas que no había hecho. Además, la ONG señala que por esta razón Duque tuvo que irse de Colombia en varias ocasiones porque su vida y la de su hija estaban en peligro. En más de una ocasión, Front Line Defenders ha recibido informes que prueban la obstrucción de la justicia en el proceso contra los exmiembros del DAS, “los cuales son acusados de tortura psicológica contra la periodista y defensora de derechos humanos Claudia Duque”, dicen.

La decisión del Consejo de Estado, que analizó la demanda presentada por Duque en el 2012, pedía la reparación directa contra la Fiscalía, los Ministerios del Interior y Justicia, la Procuraduría y el extinto DAS. En su sentencia, la corte considera que las graves situaciones que la periodista vivió se encuentran plenamente acreditadas y que “no se trató de un hecho aislado, sino que hizo parte de una cadena de hechos delictivos cometidos durante meses, e incluso años, sin que hubiese existido algún tipo de control efectivo de parte de la institución demandada”.

Además, el fallo asegura que “es inadmisible y censurable la existencia de este tipo de actuaciones, que se extendieron sobre aquellas personas a las que consideraban opositoras al gobierno nacional de la época”. Para Duque, este pronunciamiento constituye el primer cierre de una de las muchas batallas que ha tenido que librar todos estos años buscando justicia.

Sin embargo, el fallo es agridulce. El Consejo de Estado declaró la caducidad de la acción administrativa en contra del Ministerio del Interior y de la Fiscalía y no le otorgó indemnización por daño a la salud a la hija de Duque. “Se trata de una victoria parcial, pero hasta ahora la más importante a nivel nacional, en la lucha por verdad y justicia en mi caso. Desde que leí la sentencia hace unos minutos no he parado de llorar. Estoy asimilando la noticia al lado de mi hija, que como bien lo dice el Consejo de Estado, ha debido sufrir los embates de la persecución a mi lado de manera incondicional durante más de 20 años”, escribió en redes sociales.

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