La Asamblea Francesa vuelve a votar la ley contra las descargas
El texto prevé suspender el acceso a Internet a quienes no desistan de compartir contenidos de Internet tras tres avisos
La controvertida ley para luchar contra las descargas en Internet volverá hoy a la Asamblea Nacional francesa después de que la ausencia de varios diputados de la mayoría gubernamental, la UMP, permitiera a la Cámara Baja rechazar el texto contra todo pronóstico durante la votación a mano alzada que se celebró el pasado 9 de abril.
El tropiezo sufrido en la Asamblea provocó la cólera del presidente francés, Nicolas Sarkozy, muy implicado en sacar adelante este proyecto, y obligó al Gobierno a presentar de nuevo un texto legislativo que está lejos de suscitar el consenso en las propias filas de la UMP.
El polémico proyecto de ley sobre la defensa de los derechos de autor en Internet pretende luchar contra todas las descargas para atajar el intercambio de contenidos sujetos a derechos de autor y contempla la desconexión de la Red durante un periodo que puede ir de los dos meses a un año.
Una Alta Autoridad para la difusión de obras y protección de los derechos en Internet (Hadopi, según sus siglas en francés) será la encargada de aplicar una "respuesta gradual" a los internautas que realicen descargas o compartan archivos.
El infractor recibirá primero un correo electrónico, luego un segundo correo acompañado de una carta certificada y, en caso de reincidir, una comisión integrada por tres jueces podrá ordenar que se le corte su acceso a Internet durante un periodo de entre dos y doce meses.
El internauta tendrá la posibilidad de negociar que la suspensión se limite a entre uno y tres meses, pero para que no esquive la sanción simplemente cambiando de compañía el texto contempla la creación de una lista negra.
El dispositivo que crea la Hadopi es el que ha generado un mayor debate durante el proceso legislativo, así como la enmienda que contempla obligar al internauta a seguir pagando su abono al proveedor durante el periodo que dure la sanción.
La ley, que se ha negociado con representantes de productores y distribuidores, pretende proteger los derechos de autor al crear un marco jurídico adaptado al desarrollo de la Red, principio que nadie cuestiona. Pero durante el debate parlamentario han surgido dudas sobre su eficacia y el temor de que, al final, se apruebe un texto que no esté a la altura de los nuevos tiempos que impone la cultura en Internet.
Para evitar que se produzca un nuevo fiasco como el vivido el pasado 9 de abril, el primer ministro francés, François Fillon, y el presidente del grupo parlamentario de la UMP en la Asamblea Nacional, Jean-François Copé, han pedido a los diputados que se organicen para no ser minoría e impedir el rechazo de la ley.
"Vamos a velar de manera muy precisa para que los diputados de nuestro grupo estén presentes de manera que no estemos otra vez en minoría", dijo Copé quien, no obstante, rechazó la idea de imponer sanciones para evitar el absentismo de sus señorías.
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