Si sueñas con ser peluquera o dentista, haz Secundaria
Una campaña intenta convencer a los gitanos para que completen y continúen sus estudios
Es una campaña modesta para un objetivo ambicioso: lograr que los chavales gitanos estudien la Secundaria (obligatoria, por cierto) porque hoy un 80% de los pocos que empiezan el ciclo abandona los libros antes de completarlo. Una furgoneta convertida en un estudio fotográfico ambulante es el instrumento elegido por la Fundación Secretariado Gitano. La mecánica de esta campaña es sencilla: el vehículo para en una plaza donde se reúnan gitanos de una ciudad (la primera, Palencia, el día 18; Pontevedra, el 19, etcétera), se convoca a las familias, y se pregunta a cada chavalqué quiere ser de mayor. Supongamos que una cría sueña con ser médico. Le sacan una foto convertida en doctora gracias a uno de esos paneles con un agujero por donde asomar la cara. O quizá quiera ser piloto, mecánico, peluquera... El mensaje que quieren transmitir a los críos y a sus familias con esa foto, que se llevarán a casa, es directo: "Sea cual sea tu sueño, acaba la Secundaria".
El propósito es nada menos que "cambiar mentalidades". Estudiar para tener una buena formación y tener las mismas oportunidades que los payos a la hora de buscar trabajo. Algunos cambios ha habido en las últimas décadas (hoy el 94,2% de los niños españoles de esta etnia está escolarizado en Primaria) pero, recalca la ONG, "queda mucho por hacer. El fracaso escolar se ceba en la población gitana". Basta echar un vistazo a algunas comparaciones: los que solo tienen terminada la Primaria son el 76% entre los gitanos y el 36% entre los payos, según el CIS. El 65% de los gitanos, y el 35% de los payos, ha repetido por lo menos un curso. El 68% del alumnado gitano en la ESO va dos cursos por detrás de sus compañeros, cuando entre los payos son el 26%. El otro lema de la campaña es "Gitanos estudios, gitanos con futuro". Y para que los críos sepan que no les toman el pelo, la campaña incluye testimonios de otros niños gitanos.
Ellas, las niñas, lo tienen incluso más difícil que los críos para entrar en Secundaria. En primero de la ESO, estudian muchos más chicos (60%) que chicas, que a menudo se quedan en casa al cuidado de hermanos pequeños o dedicadas a otras tareas domésticas. La campaña, bendecida por los ministerios de Educación y Asuntos Sociales, parará en 14 ciudades entre octubre y noviembre.
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