La represión siria se ceba con la localidad de Homs

Al menos 27 civiles murieron este miércoles en una operación del Ejército sirio apoyado por tanques en la ciudad de Homs, en uno de los peores asaltos militares contra núcleos urbanos para acabar con casi seis meses de protestas contra el presidente Bachar el Asad, según han informado activistas y residentes. Otras 12 personas murieron en varias ciudades sirias en misiones similares, según los cálculos de la Organización Nacional Siria de Derechos Humanos (ONSDH). La nueva ofensiva de las fuerzas de El Asad coincide con la condena de Francia a los "crímenes contra la humanidad" cometidos por el régimen.

La mayoría de las muertes en Homs se produjo en los barrios viejos de la ciudad, situada en la principal carretera que lleva hacia el norte a unos 165 kilómetros de Damasco. Los distritos de Bab Sbaa, Bab Dreib y Bab Hut han registrado a diario las mayores protestas para pedir la renuncia de Al Assad. Sus calles estrechas ayudaban a los manifestantes a huir de las fuerzas de seguridad. "Helicópteros militares están sobrevolando la localidad y los francotirdores disparan desde los tejados. Los disparos de los tanques caen sobre nosotros como la lluvia", ha indicado un residente del distrito de Bab Sbaa, según ha informado el diario israelí The Jerusalem Post.

Cuarenta muertos en 24 horas

Según la ONSDH, en Hama, uno de los bastiones históricos de la oposición, murieron otras ocho personas. Esta organización, informa Efe, identifica a todas las víctimas con sus nombres y apellidos. La represión del régimen se cobró además dos muertesen Deraa, otras dos en Idleb y otra en Latakia, todas estas regiones opositoras al Gobierno de El Asad.

La agencia oficial SANA ha respondido a estas cifras con el anuncio de diversos atentados contra el Gobierno. "Un grupo terrorista armado ha lanzado un cohete contra el hospital militar de Homs, que ha sido objeto de intensos disparos por parte de elementos terroristas", asegura. Además, "otros grupos terroristas" han "agredido a civiles y a las fuerzas del orden y atacado bienes públicos y privados" en esta provincia.

En esta misma provincia, "un grupo terrorista ha secuestrado al secretario de la sección del partido Baaz en Al Rastan, Ezzedin Obeid, y el subsecretario de la misma, Abdel Razaq al Dali". Además, según SANA, "grupos terroristas han hecho explotar a distancia una bomba en la localidad de Al Noymeh, cerca de Deraa, al paso de un autobús de las fuerzas de seguridad, hiriendo a once pasajeros así como a cuatro civiles, entre ellos un padre y sus dos hijos". Según esta fuente, el artefacto contenía bolas metálicas y clavos de acero y estaba preparado para "matar al mayor número de miembros de la Policía y civiles posible".

La condena de Francia

El ministro de Asuntos Exteriores francés, Alain Juppé, calificó ayer de "crímenes contra la humanidad" la represión sangrienta que el régimen sirio de Bachar El Asad acomete contra las manifestaciones de protesta. "La manera en que se reprimen con sangre estas manifestaciones no es aceptable. Y puede constituir materia de condena por parte de una resolución de Naciones Unidas. Y esto será materia de discusión en los próximos días y semanas". Es la primera vez que un dirigente occidental llega tan alto a la hora de criticar la represión de El Asad.

Juppé, además, eligió cuidadosamente el momento y el lugar: ayer y Moscú, ante el ministro de Asuntos Exteriores ruso, Sergei Lavrov. Rusia, miembro permanente -como Francia- del Consejo de Seguridad de la ONU, pero aliado histórico de Siria, al que le provee, entre otras cosas, de armas, bloquea desde hace meses una resolución de Naciones Unidas que condene y castigue a El Asad.