Un ataque talibán y un posterior bombardeo de EE UU aviva la violencia en Pakistán
Los choques causan al menos 41 muertos, incluyendo civiles, en la región bastión de Al Qaeda
La constante tensión en el noroeste de Pakistán se ha materializado en violencia palpable en las últimas horas con una ofensiva de los insurgentes, que mataron anoche a 16 miembros de la fuerzas de seguridad paquistaníes, y la contraofensiva de aviones no tripulados estadounidenses, que han acabado esta mañana con la vida de 25 personas, incluyendo tres mujeres y cinco niños, en el noroeste del país, el bastión del grupo terrorista Al Qaeda en la frontera con Afganistán. Ambos embistes dejaron multitud de heridos.
Unos 200 talibanes paquistaníes y afganos atacaron un puesto de control en el norte del país, situado en la conflictiva demarcación de Bajo Dir, donde el Ejército paquistaní desarrolló una intensa operación en 2009 para acabar con los talibanes integristas que habitan la zona. La región está situada cerca de las áreas tribales del país, unos territorios aislados en los que operan varias facciones talibanes, redes yihadistas y terroristas.
Las fuerzas de seguridad paquistaníes han iniciado un contraataque con armas pesadas y han decretado un toque de queda para controlar la situación. Los civiles se han visto obligados a huir a lugares más seguros, informa EFE.
Los misiles estadounidenses matan civiles
Los cinco misiles lanzados desde aviones no tripulados estadounidenses (drone) sobre la región tribal de Waziristán del Norte, limítrofe con Afganistán, han matado al menos a 25 personas en la ciudad de Spinwam, entre ellas tres mujeres y cinco niños, informa la televisión Geo, citada por EFE. El objetivo del bombardeo era una casa "que acogía a combatientes rebeldes", según ha asegurado a France Presse un oficial de los servicios de información.
Waziristán es el principal refugio de los talibanes paquistaníes aliados de Al Qaeda y de la red talibán afgana Haqqani, una pesadilla para las fuerzas estadounidenses y de la OTAN desplegadas en Afganistán. El último bombardeo estadounidense en la región, el pasado 17 de marzo, causó 39 muertes, la mayoría de ellas civiles. El Gobierno paquistaní protestó enérgicamente ante Washington, de quien es un aliado clave desde 2001.
La campaña con aviones drone de la CIA en la zona se ha intensificado desde el verano de 2008. En 2010, según un responsable del Ejército, se dispararon 100 misiles que mataron al menos a 670 personas. El almirante Mike Mullen, que visitó Afganistán y Pakistán la semana pasada, denunció los "lazos" entre los servicios secretos paquistaníes y la red Haqqani. Desde hace más de un año, EE UU reclama en vano al Gobierno paquistaní que ataque la región de Waziristán.
Islamabad ha perdido más de 3.000 soldados desde finales de 2001, cuando los talibanes paquistaníes le declararon la "guerra santa" por aliarse con EE UU. Una ola de atentados de estos grupos terroristas ha matado a más de 4.200 personas desde el verano 2007. Occidente acusa a Pakistán, sin embargo, de apoyar a los talibanes afganos para defender sus intereses estratégicos en Afganistán y contrarrestar la influencia de India, su rival histórico que considera próximo al régimen proamericano de Kabul.
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