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Intervención aliada en Libia

El ministro desertor de Gadafi viaja a Catar para mediar con los rebeldes

Polémica en Londres por la salida de Musa Kusa, ligado al atentado de Lockerbie

Musa Kusa, exministro de Exteriores del régimen de Muamar el Gadafi que el pasado 30 de marzo desertó a Reino Unido, viajó ayer a Catar con el beneplácito del Gobierno británico. Kusa se verá allí con líderes de los rebeldes coincidiendo con la reunión del Grupo de Contacto creado recientemente para seguir la crisis de Libia. ¿Para unirse a ellos? Más parece que para mediar entre los rebeldes y Gadafi.

Su viaje ha causado enorme sorpresa en Reino Unido, en parte debido a la ambigüedad de su situación legal. El Gobierno británico ha insistido en que el antiguo lugarteniente de Gadafi se refugió en suelo británico de forma voluntaria y no va a recibir inmunidad. Pero cada vez parece más claro que tampoco le hace falta.

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El Foreign Office no aclaró ayer cuál es la situación legal de Kusa en territorio británico. ¿Está como turista? ¿Como hombre de negocios? ¿Como refugiado? "Musa Kusa es un hombre libre que puede viajar a y desde Reino Unido a su entera voluntad. Es también una persona privada con libertad para hablar con los medios y expresar sus opiniones", respondió un portavoz del Foreign Office a preguntas de este periódico. "Hemos dejado claro que al señor Musa Kusa no se le ha ofrecido inmunidad de procesamiento. Tampoco ha pedido dicha inmunidad. Musa Kusa ha aceptado voluntariamente ayudar en las investigaciones, tanto de carácter nacional como internacional", añadió.

"Ya ha sido entrevistado de forma voluntaria por las policías de Dumfries y de Galloway y por la Oficina de la Fiscalía de Edimburgo. Los detalles de esas investigaciones son asunto de esas autoridades", dijo también el portavoz del Foreign Office. Se refería así al hecho ya conocido de que las autoridades escocesas han querido hablar con Musa Kusa a propósito de la voladura de un avión de Pan Am sobre cielo escocés, en Lockerbie, en 1988.

Aunque algunos comentaristas y familiares de las víctimas señalan a Kusa como inspirador de aquel atentado, de momento las autoridades escocesas se refieren a él como un testigo valioso, no como un potencial acusado. El ministro principal de Escocia, el independentista Alex Salmond, recordó ayer que los escoceses no tienen en estos momentos poderes para evitar que Musa Kusa abandone Reino Unido, pero añadió: "Sin embargo, tenemos todos los motivos para creer que las autoridades escocesas podrán interrogarlo otra vez si es necesario".

De las palabras de Salmond se desprende que Londres le ha dado garantías de que Musa Kusa volverá a Reino Unido. Es decir, que Kusa le ha garantizado a Londres que volverá. Eso plantea otra cuestión: ¿A qué ha ido Musa Kusa a Catar y hasta qué punto viaja por iniciativa personal o de común acuerdo con el Gobierno británico y, por extensión, los aliados? Todo hace pensar que el objetivo es mediar entre Gadafi y los rebeldes del este de Libia.

Las declaraciones de la víspera de Musa Kusa a la cadena BBC apuntan en ese sentido. La BBC fue llamada de forma aparentemente bastante precipitada a encontrarse con él. No para grabar una entrevista, sino una declaración. La cita fue tan precipitada que la BBC apenas pudo emitir unos pocos segundos de esa declaración en su boletín informativo de las diez de la noche.

También es muy significativo que Musa Kusa hablara en árabe, a pesar de que domina el inglés perfectamente. Obviamente su mensaje no estaba dirigido al público británico u occidental, sino a los libios. Y no solo no criticó a Gadafi, sino que adoptó una posición equidistante entre las dos partes, advirtiendo de que el país estaba entrando en una senda de guerra civil que amenaza con convertirle en "una nueva Somalia". Y pronunciándose de forma tajante contra una eventual partición de Libia.

Más que las palabras de un exiliado parecieron las de alguien que se sitúa por encima del bien y del mal.

Musa Kusa, en Trípoli el pasado marzo.
Musa Kusa, en Trípoli el pasado marzo.CHRIS HELGREN (REUTERS)

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