Miles de personas vuelven a la calle en Irak contra el paro y la corrupción
Los manifestantes se concentran en la plaza Tahrir de Bagdad y en otras ciudades emulando las revueltas en otros países árabes
Miles de iraquíes han salido a las calles en distintas ciudades del país para participar en las manifestaciones convocadas hoy para protestar por el empeoramiento de los servicios básicos, el paro y la corrupción y la incompetencia de las autoridades. La marcha más numerosa tiene lugar en Bagdad, cuando se cumple un año de las elecciones parlamentarias, por lo que hoy han convocado una "jornada de decepción". Los manifestantes claman que, un año después de elegir Parlamento -la formación de Gobierno se retrasó hasta diciembre- la situación no ha mejorado en el país.
Las llamadas a las manifestaciones, inspiradas en la ola de revueltas en el mundo árabe. Como en ellas, las redes sociales de Internet tienen amplifican el poder de convocatoria. Así, un grupo de Facebook insta a los electores a salir a la calle para expresar su decepción con los políticos un año después de las elecciones legislativas que sólo fructificaron en un Gobierno a finales del año pasado.
En el llamado "Viernes de la dignidad y de los desafíos", los manifestantes piden reformas políticas y económicas. Muchos llevan banderas iraquíes y pancartas con mensajes como "no a la corrupción", "no al paro, sí a las oportunidades de trabajo para los parados", "queremos reformas del régimen" y "el petróleo del pueblo no es para el pueblo".
En Bagdad, la circulación de vehículos, incluyendo las bicicletas, está prohibida desde la medianoche. Las calles, normalmente atestadas de coches, estaban vacías esta mañana, con apenas unos cuantos osados al volante que trataban de evitar los puestos de control. Sin embargo, miles de personas se dirigían a pie hacia la plaza Tahrir (Liberación) -en recuerdo del epicentro de la revuelta que terminó el mes pasado con el régimen de Hosni Mubarak en Egipto-, en la que está desplegado un importante dispositivo de seguridad. Además, se ha pedido a los manifestantes que se alejen de las instituciones gubernamentales, que eviten los enfrentamientos con las fuerzas de seguridad y que denuncien a sospechosos.
"No somos baazistas -miembros del antiguo partido de Sadam Husein-, somos iraquíes que reivindicamos nuestros derechos más elementales", ha declarado un funcionario del ministerio de Finanzas a la agencia France Presse desde la plaza Tahrir de Bagdad. Respondía así a las palabras del primer ministro, Nuri Al Maliki, que calificó hace unos días a los manifestantes que llevan varias semanas de protestas de partidarios del antiguo régimen de Sadam Husein. "El nuevo régimen se basa en el confesionalismo, lo que ha permitido la llegada de incompetentes al poder para satisfacer sus intereses personales", ha declarado, por su parte, Fayçal Habib, jubilado residente en el barrio bagdadí de Karrada. "El petróleo para el pueblo, no para los ladrones" o "Maliki, mentiroso" eran algunas de las consignas coreadas.
Algunos manifestantes portan un ataúd cubierto por una bandera iraquí en recuerdo de los manifestantes muertos en anteriores convocatorias. El viernes pasado, una docena de personas murió y más de cien resultaron heridas durante manifestaciones que pedían una mayor atención social y medidas para acabar con la corrupción. En total, son 23 los muertos, uno de ellos policía, en la ola de protestas que comenzó en febrero en Irak.
El pasado 26 de febrero, la máxima autoridad chií del país, el clérigo Ali Sistani, unió su voz a la de los manifestantes, exigiendo el fin de los privilegios de los políticos. En respuesta, Maliki, ha dado 100 días a los ministros para mostrar progresos en la lucha contra la corrupción y en los servicios públicos.
Además de en la capital, hay manifestaciones convocadas en Basora, en el sur de Irak, y en las provincias septentrionales de Salahedín, Nínive y en el norte de Kirkuk, entre otras. Unas mil personas se han concentrado en el centro de Basora, en el sur, y varios centenares en Najaf, Samawa y Fao.
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