La UE y la ONU elevan su presión sobre Gadafi
Los Veintisiete acuerdan un embargo de armas y la congelación de las cuentas del líder libio.- Clinton pide desde el Consejo de Derechos Humanos de la ONU que "se marche" sin "demora" y acabe la violencia.- Washington anuncia un reposicionamiento de fuerzas militares para responder a una crisis humanitaria o de rescate
La comunidad internacional parece haber cogido el ritmo que le faltó en los primeros días de revueltas en Libia y ha elevado la presión sobre el régimen de Muamar el Gadafi. Primero ha sido la Unión Europea la que ha dado luz verde a un paquete de sanciones contra el régimen del coronel libio para frenar la escalada de represión contra los grupos opositores. Las medidas incluyen el embargo en la exportación de armas a Libia y la prohibición de viajar a territorio comunitario para 25 personas de la familia del dictador y su entorno más próximo. Los Veintisiete han acordado, asimismo, congelar las cuentas de Gadafi, su familia y los miembros de su Gobierno y prohibir la venta de material antidisturbios como gases lacrimógenos y cualquier otro equipamiento que pueda ser empleado para reprimir a la población civil, han explicado fuentes diplomáticas a Reuters.
Unas horas después ha sido la secretaria de Estado estadounidense la que, en el seno del Consejo de Derechos Humanos de la ONU ha manifestado queha llegado la horade que el líder libio "se marche" para dar paso a una transición hacia la democracia. "Ha llegado el momento de que Gadafi se marche, ahora, sin más violencia ni demora" ha expresado Clinton desde la tribuna del órgano de la ONU con sede en Ginebra. La máxima representante de la diplomacia estadounidense ha recordado los casos de Egipto y Túnez para afirmar que el mundo había infravalorado "el poder de la dignidad". "El apoyo a la transición", ha continuado Clinton"no es solo una cuestión de ideales sino un imperativo estratégico".
La secretaria de Estado estadounidense ha señalado además que no hay nada que esté por el momento "fuera de la mesa" de diálogo en torno a la crisis Libia, y que, pese a la necesidad de asistencia desde fuera, "el cambio democrático tiene que venir de dentro". EE UU ha anunciado tras la intervención de Clinton que se dispone a reposicionar sus fuerzas militares en el Mediterráneo para una posible operación humanitaria o de rescate.
Zona aérea protegida
Clinton ha reconocido que la violenta represión de las protestas en Libia ha incluido "bombardeos a los manifestantes, soldados ejecutados por negarse a disparar a su pueblo, empleo de mercenarios, torturas...", por lo que, ha añadido la secretaria de Estado, "Gadafi y su círculo han perdido la legitimidad para gobernar". Desde Washington, el portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney, ha afirmado que el exilio podría ser una posibilidad para Gadafi de cara a poner fin a la crisis libia.
Carney ha manifestado también que EE UU y la UE están negociando sobre el establecimiento de un espacio aéreo militar protegido, decisión que en cualquier caso debería tomar la ONU. Precisamente sobre este extremo, el primer ministro británico, David Cameron, ha pedido a su departamento de Defensa que trabaje con los países aliados para fijar un posible plan. "No excluímos el uso de efectivos militares", ha afirmado el premier en una intervención en el Parlamento.
También hoy, el Departamento del Tesoro de EE UU ha anunciado oficialmente que desde el viernes tiene bloqueados efectivo y activos financieros vinculados al régimen libio por valor de 30.000 millones de dólares, informa Sandro Pozzi.
Sanciones para persuadir a colaboradores
La secretaria de Estado norteamericana intentará coordinar la ayuda a la oposición al régimen, toda vez que ayer Washington confirmó que ofrecerá "todo tipo de ayuda" a los rebeldes libios. También el Consejo de Seguridad de la ONU impuso duras sanciones al régimen. Según un alto funcionario de EE UU, citado por Reuters, las sanciones de la ONU a Libia van dirigidas a Gadafi, pero también pretenden persuadir al círculo cercano al líder que continúa apoyándole.
Una de las mayores preocupaciones de la comunidad internacional es la crisis humanitaria en la que Libia está entrando y las dificultades de la mayor parte de las agencias internacionales de actuar en favor de las víctimas de la represión del régimen de Gadafi, y de los refugiados que han abandonado el país o intentan hacerlo.
La ministra de Asuntos Exteriores y de Cooperación, Trinidad Jiménez, ha pedido durante su intervención que las sanciones aprobadas el sábado por el Consejo de Seguridad de la ONU contra el régimen de Gadafi sean aplicadas "con todo rigor" y que la comunidad internacional mantenga su "firmeza" ante la "barbarie" que se está cometiendo en Libia.
Por otra parte, el fiscal de la Corte Penal Internacional (CPI) Luis Moreno Ocampo, ha anunciado una investigación preliminar sobre la violencia en Libia, antes de cualquier investigación por delitos de lesa humanidad. También el presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, recibe hoy en la Casa Blanca al secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, con quien abordará la imposición de sanciones multilaterales contra el régimen libio. La reunión llega tras un intenso fin de semana en el que tanto el Gobierno estadounidense como el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas han anunciado sanciones contra el Gobierno de Gadafi, a quien Obama instó el sábado a abandonar el país de inmediato.
Castigo al régimen de la ONU
El Consejo de Seguridad de la ONU impuso ayer duras sanciones al régimen.
- Embargo total e inmediato de armas para evitar la venta, suministro y transferencia a Libia de material militar.
- Congelación de los bienes en el exterior de Muamar el Gadafi y seis de sus hijos.
- Prohibición de viajar fuera del país para el líder libio, sus ocho hijos y siete altos cargos del Gobierno.
- La ONU pide al Tribunal Penal Internacional que investigue las violaciones de derechos humanos por parte del régimen, calificadas como crímenes contra la humanidad.
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