Grecia aprueba los austeros presupuestos entre protestas y huelgas

Pese a la oposición de los principales sindicatos griegos, que convocaron paros durante toda la jornada del miércoles, el Parlamento griego aprobó ayer hacia la medianoche unos presupuestos de gran austeridad para 2011 que pretenden rebajar el déficit hasta el 7,4% del PIB.

Las protestas se convocaron desde las 12.00 hasta las 15.00 horas. El transporte público en Atenas también sufrió un paro de 24 horas, y se organizó una manifestación ante el Parlamento. Sin embargo, y a pesar de que el debate fue muy caldeado, la mayoría absoluta de la que goza el gubernamental Partido Socialista Panhelénico (PASOK) permitió una aprobación sin sobresaltos del paquete de recortes.

Como conclusión a todo el proceso, el primer ministro, Yorgos Papandreu, aseguró que, después de estas medidas, "Grecia no va a quebrar". Los presupuestos incluyen medidas para reducir el déficit fiscal 7,4% del PIB el próximo año desde el 9,4% de 2010 con recortes, reformas y subidas de impuestos equivalentes a 14.300 millones de euros. Entre las medidas para frenar el despilfarro en el sector público, el Gobierno espera ahorrar 800 millones de euros con el saneamiento de las empresas estatales, y en especial, de las de transporte, con la reducción del déficit en el sector de los 389 millones de 2010 a 155 millones.

El líder del principal grupo opositor, Nueva Democracia, Antonis Samaras, vaticinó un fracaso de los presupuestos aprobados hoy y del plan de rescate de la UE y el Fondo Monetario Internacional (FMI). Según Samara, las medidas solo servirán para empeorar la crisis. "La política del Gobierno está reduciendo el PIB más de lo que reduce el déficit", acusó al Ejecutivo de Papandreu.

Atenas, sitiada por las huelgas

Los comerciantes en Atenas han solicitado al Gobierno que tome medidas para poner fin a las huelgas en el transporte urbano que están terminando de huir las ya pésimas ventas de este año en una temporada que concentra el 25% del negocio anual. La huelga afecta, entre otros servicios, a los trenes de cercanías, al metro y a los autobuses que conectan con el aeropuerto de Atenas, y dificultan las comunicaciones a miles de turistas y a otros pasajeros. A este fúnebre panorama se le añade la huelga seguida ayer por los empleados que recogen la basura en la capital, lo que ha empeorado la situación, con toneladas de desperdicios en las calles céntricas de la capital.

Grecia está desde mayo bajo la supervisión de la Unión Europea y del Fondo Monetario Internacional, que le otorgó un préstamo trianual de 110.000 millones de euros para salvarla de la quiebra a cambio de realizar drásticas reformas fiscales y estructurales.

En lo que va de año el Ejecutivo ha reducido en un 15% el gasto público, ha elevado la edad de jubilación y ha congelado las pensiones. Sin embargo, no ha conseguido aumentar la recaudación de

impuesos.