El jefe militar iraquí pide a EE UU que suspenda su repliegue militar
EE UU rechaza las peticiones iraquíes de aplazar la retirada militar prevista para el próximo 31 de agosto
A menos de tres semanas de la salida de las tropas norteamericanas de Irak, los líderes militares en Bagdad han expresado dudas sobre la conveniencia de esa retirada y han dicho que el propio ejército de su país no podrá asegurar la integridad y seguridad de todas las zonas del país hasta, por lo menos, dentro de 10 años. La Casa Blanca, sin embargo, ha ratificado su compromiso de comenzar a salir definitivamente del país a finales de mes.
El teniente general iraquí Babakir Zebari dijo en una reunión sobre seguridad nacional, celebrada el miércoles en Bagdad, que, para el mando militar del que forma parte, será una tarea extremadamente difícil defender al Gobierno y a los civiles cuando el ejército estadounidense se marche a finales de agosto. Entonces quedarán sólo 50.000 soldados, que se encargarán de tareas de formación y apoyo de las tropas locales y que se retirarán a finales de 2011.
"En este momento, la retirada marcha bien, porque todavía están aquí", dijo Zebari en aquella reunión, según la BBC. "Pero el problema volverá a comenzar después de 2011. Los políticos deben encontrar medios para tapar ese vacío que vendrá después de 2011".
La Casa Blanca se ha apresurado a reafirmar el compromiso de Barack Obama de ponerle un fin definitivo a la guerra. Según el portavoz del presidente norteamericano, éste se reunió el miércoles de urgencia con sus asesores en materia de seguridad nacional y con los mandos de las tropas en Irak, que le informaron de que la violencia puede agravarse por el hecho de que, cinco meses después de las pasadas elecciones, aquel país todavía no cuente con un nuevo gobierno estable.
En la reunión estuvieron presentes la Secretaria de Estado, Hillary Clinton; el Secretario de Defensa, Robert Gates; el asesor en materia de seguridad nacional, James Jones, y el comandante al mando de las tropas en Irak, el general Ray Odierno. "El presidente recibió información de primera mano del general Odierno", ha dicho el portavoz, Robert Gibbs. "Le dijo que podemos cumplir con nuestro objetivo de retirar las tropas a finales de agosto. De hecho, ya hemos retirado a 80.000 soldados de Irak desde que el presidente Obama tomó posesión de su cargo".
El Gobierno norteamericano espera que en septiembre se dé un aumento de la violencia causada por los insurgentes. "Por supuesto, sigue habiendo terroristas en Irak. Sigue habiendo violencia", ha dicho en conferencia de prensa el adjunto en materia de seguridad nacional, Ben Rhodes. "Pero eso no afecta a la tendencia al alza en la recuperación del país".
Los mandos militares norteamericanos aseguran que el número de víctimas mensuales en Irak se ha reducido en más de la mitad desde hace un año, cuando las tropas norteamericanas se retiraron de los grandes centros urbanos iraquíes. A pesar de ello, sigue habiendo una quincena de ataques diarios por parte de grupos insurgentes.
Julio fue el mes en que más civiles murieron en ataques desde mayo de 2008, según cifras del gobierno iraquí. Según esos datos, fallecieron 396 civiles, 192 más que en junio.
El sábado, por ejemplo, vio uno de los peores atentados en Irak de los pasados meses. Ocurrió en Basra, la segunda ciudad más grande del país. Un coche bomba hizo estallar un tanque de gasolina, incendiando un mercado adyacente. Murieron 43 personas y otras 185 resultaron heridas de consideración, según el Ministerio del Interior iraquí.
En junio, el propio Zebari ya había pedido que Obama demorara la fecha de retirada de las tropas. También había planteado otras posibilidades. "Fíjense en Turquía, los Emiratos Árabes Unidos, Qatar y Baherin. Todos esos países tienen bases militares americanas gracias a acuerdos bilaterales. Y no veo por qué tenemos que ser reacios a ideas como esa", dijo a AP.
De los 64.000 soldados norteamericanos desplegados ahora en Irak, quedarán 50.000 en septiembre, cuya labor principal será la de entrenar a las 675.000 tropas que conforman las fuerzas de seguridad iraquíes. Cuando Obama llegó a la Casa Blanca, en enero de 2009, había 144.000 soldados de EE UU.
Más de siete años de conflicto
El comienzo de los combates. En la madrugada del 20 de marzo de 2003, hora y media después de expirar el ultimátum de George W. Bush para que Sadam Husein abandonara Irak, EE UU y Reino Unido lanzan los primeros bombardeos sobre Bagdad.
Objetivo cumplido. Un mes y medio después del inicio de la guerra, el 1 de mayo, Bush declara que la misión en Irak está "cumplida".
Un Gobierno nombrado por EE UU. En julio de 2003, se reúne el primer consejo de Gobierno formado por 25 iraquíes y designado por EE UU.
El desafío de la insurgencia. A partir de agosto de 2003 se intensifican las acciones de la insurgencia contra las tropas de las fuerzas lideradas de EE UU.
La captura de Sadam. El 13 de diciembre de 2003, el Ejército estadounidense detiene al ex dictador, escondido en un zulo bajo tierra cerca de Tikrit. Será ejecutado el 30 de diciembre de 2006.
Transición y elecciones. En junio de 2004 el Gobierno interino del chií Iyad Alaui asume el poder. Seis meses después, los iraquíes votan por primera vez en medio siglo. Se redacta la nueva Constitución, que se aprueba por referéndum el 15 de octubre de 2005. Dos meses después se convocan nuevas elecciones legislativas que ganan los chiíes sin mayoría. En mayo de 2006, el chií Nuri al Maliki forma su Gobierno.
La doctrina Obama. En marzo de 2009, el presidente de EE UU anuncia la retirada de las tropas en agosto de 2010. Los militares estadounidenses abandonan en junio de ese año las principales ciudades.
Limbo político. Cinco meses después de las elecciones del pasado marzo, que gana el ex primer ministro Alaui, todavía no hay Gobierno.
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