Sarah Ferguson vende influencias
La duquesa de York acepta dinero de un periodista disfrazado de empresario a cambio de ponerle en contacto con su ex marido, el príncipe Andrés
En el mayor escándalo que salpica a la familia real británica desde los tiempos del Dianagate, Sarah Ferguson ha sido filmada por un dominical vendiendo favores de su ex marido, el príncipe Andrés, a cambio de una fuerte suma de dinero. "Usted cuide de mí y él cuidará de usted", asegura la duquesa de York al periodista de News of the World que se hizo pasar por un acaudalado hombre de negocios para tenderle la trampa. Medio millón de libras (574.000 euros) fue el precio fijado por la duquesa de York para poner en contacto a su interlocutor con el segundo hijo de la reina Isabel, quien desde hace una década ejerce de representante especial del Reino Unido en el área de comercio e inversiones.
El tabloide se cubre las espaldas asegurando que Andrés fue completamente ajeno a la transacción, pero las palabras de Sarah sugieren que el príncipe sí estaba al tanto, tal como recoge el vídeo difundido en la web de News of the World: "500.000 libras cuando pueda... abren muchas puertas", asegura la duquesa. "¿El príncipe Andrés?", inquiere el reportero, a lo que ella responde afirmativamente antes de sellar el acuerdo con un apretón de manos.
Las imágenes de Fergie -el apodo que le ha impuesto la prensa- negociando la transacción y aceptando un adelanto de 40.000 dólares en fajos de billetes resultan demoledoras. El encuentro con el periodista disfrazado se produjo a principios de semana en un apartamento del barrio londinense de Mayfair, que siguió a una primera cita en Nueva York donde la duquesa intentó, sin éxito, que el supuesto empresario firmara un acuerdo de confidencialidad. Aun así, Sarah siguió adelante con la operación, cuyos pormenores fueron grabados por las cámaras. Los internautas han podido visionar cómo la antigua nuera de Isabel II reclama el ingreso del importe en su cuenta bancaria y subraya la recompensa por esa inversión: "Le abrirá todos los canales que necesite, cualquier puerta, una vez le presente a Andrés".
Silencio en palacio
El palacio de Buckingham declinó hacer cualquier comentario, mientras la portavoz de la duquesa, Kate Wadington, se mostraba horrorizada ante la ingenuidad de Sarah en unas breves declaraciones a la BBC. Una fuente de su entorno señalaba horas más tarde que la protagonista del escándalo está "destrozada".
La duquesa de York no es la primera víctima ilustre de Mazher Mahmood, periodista de News of the World que, disfrazado de jeque árabe, grabó a la esposa del príncipe Eduardo utilizando sus conexiones reales para beneficiar a su empresa de relaciones públicas. Si bien embarazoso, aquel episodio de 2001 fue pasado por alto en palacio porque Sophie es la nuera favorita de la monarca y desde entonces ha abandonado toda actividad no oficial. Sarah Ferguson, en cambio, es una suerte de paria en los círculos reales desde su separación de Andrés (1992, seis años después de casarse) y posterior divorcio. A pesar de su excelente relación con el padre de sus dos hijas, Beatriz y Eugenia ("Somos la pareja divorciada más feliz del mundo", proclama en el vídeo), sólo percibe una pensión anual de 15.000 libras.
Su remuneración como embajadora de la firma de dietas Weight Watchers, la publicación de un libro infantil o su papel de coproductora en la película La joven Victoria no le han bastado para cubrir las deudas acumuladas, y sus acreedores emprendían acciones legales el pasado septiembre. En la cinta grabada por el dominical, ella misma se lamenta de su maltrecha situación económica: "Soy una contribuyente británica que dejó a la familia real por su libertad. Y esa libertad significa que no tengo nada, mi situación es desesperada".
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