La asamblea afgana para elegir un Gobierno de transición, aplazada a mañana
La Loya Jirga, que durará una semana, está formada por más de 1.500 notables tribales, políticos, 'señores de la guerra' y representantes de diferentes sectores sociales
La apertura prevista para hoy de la Loya Jirga, asamblea tradicional afgana encargada de formar un ejecutivo de transición para los dos próximos años, ha sido aplazada hasta mañana debido a "cuestiones logísticas", según ha anunciado esta mañana el ministro afgano de Asuntos Exteriores, Abdulá Abdulá.
Así, el ex rey de Afganistán, Mohamed Zahir Shah- que regresó al país hace 51 días, después de 29 años en el exilio- inaugurará mañana la histórica reunión, que debe afianzar la transición democrática ya iniciada en el país hace seis meses bajo la tutela de la ONU.
En esta asamblea, la primera desde los tiempos del comunismo, unos 1.660 notables tribales, políticos, señores de la guerra y representantes de distintos sectores sociales deben elegir en Kabul un nuevo gobierno de transición.
Al abrir las sesiones de siete días, Mohamed Zahir Shah, de 87 años, estará despeñando su primera función oficial desde que fue derrocado en 1973, durante una visita a Italia para hacer una consulta médica, en un golpe de estado dirigido por su primo y ex primer ministro, Mohamed Daud Jan.
El regreso de Zahir Shah a su país, hace poco más de seis semanas y tras 29 años de exilio, fue tratado con discreción por la administración, que decidió no organizar celebraciones públicas ni dar mucha publicidad al acontecimiento.
Mañana, en cambio, todo el mundo lo podrá ver por la televisión actuando como monarca "de facto", que con su presencia legitima la Loya Jirga según consta en los propios acuerdos de Bonn de noviembre pasado que establecieron el actual proceso de transición.
Casi todos los afganos, bien por costumbre, bien por convicción monárquica, siempre se refieren a Zahir Shah como rey sin ningún "ex" ni "antiguo" por delante. Muchos, sobre todo entre la etnia pastún al que pertenece el ex monarca, quieren que él o quizás su nieto, Mohamed Zahir, vuelva al trono. Los dirigentes pastunes de las provincias orientales, como ejemplo, en unas reuniones durante los últimos días para coordinar sus políticas ante la Loya Jirga, propusieron que Zahir Shah sea declarado formalmente jefe de Estado.
Pero aparte de la reaparición del antiguo rey y del simbolismo inherente en la celebración de una Loya Jirga tras tantos años de conflicto civil, hay muchos indicios de que la Gran Asamblea no cambiará mucho el equilibrio de fuerzas que existe en la actual administración interina surgida de los acuerdos de Bonn.
Apoyo a Karzai
Todo apunta a que el jefe de la administración saliente, Hamid Karzai, noble pastún afín al ex rey y que cuenta con la confianza de la comunidad internacional, saldrá como jefe del gobierno de transición.
Los dirigentes de la fuerza tayika más importante, Yamiat-i-Islami, incluyendo no sólo al moderado ministro de Exteriores, Abdulá Abdulá sino también al más polémico titular de Defensa y jefe de las milicias del partido, Mohamed Fahim Jan, han expresado su apoyo a Karzai.
Abdulá declaró la semana pasada su respaldo a Karzai pese a que se ha informado de que el fundador del partido y ex presidente del país, Burhanudín Rabaní, intenta recoger -o comprar- apoyos para su propia candidatura. El proceso para la elección de los miembros de la Loya Jirga ha sido salpicado por las denuncias de compra de votos y de intimidación de los electores por parte de los caciques y señores de la guerra. Hasta la ONU, que diseñó y observó el proceso, reconoce que quizá un 30 o 40% de los delegados fueron elegidos irregularmente.
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