El Pentágono rechaza tratar a los talibanes en Guantánamo como prisioneros de guerra
Rumsfeld niega que los recluidos en la base estadounidense en Cuba reciban tratos vejatorios
Pese al aluvión de críticas llegadas de varios países, el jefe del Pentágono, Donald Rumsfeld, ha insistido hoy que no se otorgará el estatus de prisioneros de guerra a los 158 talibanes y miembros de Al Qaeda confinados en la base naval de Guatánamo (Cuba).
Rumsfeld y el general Richard Myers, responsable de la Junta de Estado Mayor de Defensa, han realizado hoy una inesperada visita a Guantánamo para conocer de primera mano el campamento Rayos X, donde están recluidos los prisioneros que fueron capturados durante la guerra de Afganistán.
El ala más conservadora del Gobierno de EE UU -encarnada por el vicepresidente, Richard Cheney, y el propio secretario de Defensa-ha reachazado hoy que los recluidos en la base sean catalogados como prisioneros de guerra, después de que trascendiera que el secretario de Estado, el moderado Colin Powell, habría abogado por ese estatus.
"No son prisioneros de guerra, no serán calificados como prisioneros de guerra", ha apuntado Rumsfeld en Guantánamo, mientras que el vicepresidente afirmaba, en un programa de televisión, que las condiciones de la Convención de Ginebra no pueden ser aplicadas para unos atentados terroristas.
Sin embargo, el Gobierno estadounidense ha insistido en todo momento en que los prisioneros están siendo tratados de forma humana y conforme a lo estipulado en la Convención de Ginebra.
Junto a Myers y a cuatro senadores de los dos partidos, el secretario de Defensa ha visitado las instalaciones provisionales en Guantánamo donde han sido recluidos los prisioneros, entre los que las fuerzas militares estadounidenses ya están comenzando a apreciar que comienza a surgir un liderazgo.
La gira de Rumsfeld se ha producido ante el incremento de las críticas en países extranjeros y en el interior de EE UU, procedentes de políticos y organizaciones humanitarias, hacia el trato que da Washington a los detenidos y después de que el Pentágono decidiera parar la llegada de prisioneros a Guatánamo, alegando falta de espacio.
Pero el secretario de Defensa ha dejado hoy claro que la intención de su viaje no es revisar el tratamiento que reciben los recluidos, porque está convencido de que es el adecuado, que es humano y que nadie ha sido maltratado.
"No he venido por eso; estoy aquí para hablar a las tropas y agradecer lo que están haciendo", ha asegurado Rumsfeld, quien ha mostrado su "total confianza" hacia la forma en que los detenidos están siendo tratados.
Esta misma semana, en una larga comparecencia ante los periodistas de más de una hora de duración, el secretario de Defensa negó que se haya maltratado a ningún detenido y alabó el comportamiento "profesional" de los militares que se encargan de custodiarlos.
"Tenerlos en unas celdas de 2,5 por 2,5 metros, en un maravilloso clima soleado, no es para mí un tratamiento inhumano", consideró Rumsfeld, en unas declaraciones que no hicieron nada por acallar las críticas.
Polémica foto
La polémica se vio alimentada la semana pasada por la divulgación de una fotografía en la que se veía a los prisioneros esposados y arrodillados, con guantes, orejeras y gafas opacas, mientras un militar estadounidense pasaba revista.
Desde un punto de vista legal, la controversia está centrada en la decisión de Washington de declarar a los recluidos "combatientes ilegales" y no prisioneros de guerra para, según denuncian algunas organizaciones de defensa de derechos civiles, poderlos someter a tribunales militares secretos.
En un programa de televisión, el vicepresidente de EE UU ha insistido en que los detenidos están siendo tratados "humanamente" a pesar de que son "muy peligrosos" y de que su intención sería "matar a millones de estadounidenses inocentes, si eso fuera posible, y están perfectamente preparados para morir en el esfuerzo".
"Tienen una información que necesitamos", ha dicho Cheney en referencia a los interrogatorios que las fuerzas militares estadounidenses se están llevando a cabo.
El sábado, el diario The Washington Times aseguró que el secretario de Estado, Colin Powell, ha pedido al presidente de EEUU, George W. Bush, que otorgue el tratamiento de prisioneros de guerra a los cautivos retenidos en Guantánamo, lo que hablaría de disensiones en el seno del Gobierno a este respecto.
Andrew Card, jefe de Gabinete de la Casa Blanca, dijo hoy que en el Gobierno estadounidense "no existe ningún desacuerdo sobre el valor" de los interrogatorios y sobre "el peligro" que los detenidos representan para Estados Unidos.
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