La Alianza del Norte asegura tener Kunduz bajo su control
Un general uzbeco pacta con los talibanes mientras que miles de integristas afganos y extranjeros resisten en el resto del enclave
La alianza antitalibán de Afganistán ha anunciado hoy que la ciudad de Kunduz se encuentra ya bajo su total control y que sus tropas persiguen a grupos de integristas dispersos a la fuga en esta región del norte del país.
La noticia del control total de Kunduz ha sido transmitida por el alto mando del general Mohamed Fahim Jan, quien hoy se ha hecho cargo personalmente de las operaciones, después de que se produjeran ciertas divergencias entre los generales al cargo de la ofensiva.
Tanto el ministro de Exteriores de la Alianza, Abdulá Abdulá, como uno de los principales comandantes que intervinieron en la captura de Kunduz, el general Mohamed Daud Jan, han señalado también a medios de prensa occidentales que su movimiento controla el 100% de la ciudad.
Según Daud, algunos grupos de combatientes talibán y extranjeros se han refugiado en la cercana ciudad de Chardará, a cinco kilómetros al oeste de Kunduz, hacia donde se han dirigido tropas de la Alianza.
La caída de Kunduz se ha logrado tras varios días de combates y dos semanas de sitio, a la vez que se producían negociaciones con los principales jefes talibanes, que el viernes pasado prometieron a Dostum que la entrega de la ciudad se produciría hoy.
La resistencia de los extranjeros
El principal obstáculo para la toma de la ciudad, aparte de la rivalidad entre Dostum y Daud para entrar primero en la urbe, ha sido la resistencia de varios de esos grupos de extremistas de origen paquistaní, checheno, árabe y de otros países musulmanes. En total, entre 7.000 y 10.000 integristas, entre ellos 3.000 extranjeros, resistían en la ciudad el avance de la Alianza.
Estos se habían refugiado en Kunduz procedentes de ciudades como Mazar-i-Sharif, Talukán o Jolm, capturadas por la Alianza en una ofensiva arrolladora que comenzó con la toma de la primera de Mazar el 9 de noviembre pasado.
La captura de Kunduz se produce tras casi dos semanas de ataques y constituye una importante victoria para la Alianza opositora, que de esta manera controla ya todo la mitad norte de Afganistán, mientras trata de afianzarse en la zona de Kabul y amenaza al sur aún talibán.
Kunduz también es una baza importante ante las conversaciones que desde el martes se celebrarán en Bonn y en las que participarán otras facciones afganas opuestas al presidente Burhanuddín Rabbaní, depuesto en 1996 por los talibán y actual líder de la Alianza.
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