Los B-52 de EE UU intensifican sus bombardeos en el frente del Norte
El recrudecimiento de los ataques se interpreta como prolegómeno de la ofensiva terrestre
Los B-52 de la Fuerza Aérea de EE UU siguen sin dar tregua a los talibanes en el frente septentrional de Afganistán, en un anticipo de la inminente ofensiva terrestre contra el régimen de Kabul. Los poderosos bombarderos, incorporados esta semana a la campaña bélica, han vuelto a arrojar bombas en cadena sobre la llanura de Shomali y a unos 50 kilómetros al norte de la capital, Kabul.
Al igual que en Vietnam, los B-52 practican los llamados bombardeos de alfombra, que consisten en lanzar una gran cantidad de bombas desde varios aviones a la vez para destruir todo lo que haya en una zona determinada.
Los aviones también han atacado las líneas de defensa de los talibán en torno a la norteña ciudad de Mazar-i Sharif, objetivo de la campaña de reconquista que con escaso éxito llevan a cabo las fuerzas del Frente Unido, a pesar del apoyo recibido de la coalición internacional que encabeza Estados Unidos.
Se cree que además de las bombas convencionales, han sido lanzadas hoy también las controvertidas bombas de racimo, ya que testigos cerca de los campos de batalla al norte de Kabul dijeron oír ráfagas de explosiones pequeñas.
Esta noche, los aviones estadounidenses han reanudado sus bombardeos contra Kabul, lanzando al menos dos bombas cerca del aeropuerto, en el norte de la ciudad, según indicaron habitantes de la capital.
No se ha escuchado ningún disparo de la defensa antiaérea talibán, mientras se alejaba el avión que lanzó las bombas, según han precisado las fuentes. El ataque ha tenido lugar hacia las 23.10 hora local (19.10 hora española).
La guerra informativa
En cuanto a la guerra de propaganda y desmentidos, Washington ha negado que uno de sus aviones fuera derribado cerca de Mazar-i-Sharif, tal y como habían anunciado ayer los talibanes.
Además, la Casa Blanca ha negado hoy una noticia del Gobierno talibán de Afganistán en la que señalaba que entre 70 y 100 soldados estadounidenses han muerto en la guerra antiterrorista, y ha asegurado que la milicia islámica está "mintiendo".
"Una vez más, los talibán mienten, pura y simplemente", ha afirmado el portavoz de la Casa Blanca, Ari Fleischer. El cónsul general de los talibán en Karachi (Pakistán), Rahmatolá Karkezad, había declarado esta mañana a la cadena de televisión Al Yasira que entre 70 y 100 soldados estadounidenses murieron desde el comienzo de las operaciones en Afganistán, el pasado 7 de octubre.
Lo único que parece cierto es que de momento, y pese a que los bombardeos sobre el país, las fuerzas de los talibanes, que incluyen a los efectivos de la organización terrorista Al Qaeda, del disidente Osama Bin Laden, y a varios miles de voluntarios, siguen controlando aproximadamente el 90% del territorio afgano.
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