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El acento
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

La corta vida de la itinerancia de datos

Con el fin del 'roaming' en la UE termina la cara existencia de un concepto que llegó con los móviles inteligentes

Adiós al 'roaming'Vídeo: EPV
Gabriela Cañas

Hay ciudadanos incautos que viajaron con su móvil inteligente al extranjero y se olvidaron de desactivar la itinerancia de datos. A su regreso, su compañía les pasó al cobro una factura de infarto. A cada llamada facturada le aplicaban una tarifa que cuadruplicaba la de una llamada nacional y la conexión a Internet se la facturaban con precios de cuatro cifras. El final de este dislate dentro de la Unión Europea está muy próximo. Llega el 15 de junio y es una gran victoria de los consumidores.

En esta batalla ha quedado de manifiesto que la culpa de todo lo malo que ocurre en Bruselas no es de los eurofuncionarios y de las complicadas normas que elaboran. La holandesa Neelie Kroes, comisaria de Agenda Digital entre 2010 y 2014, podría desentrañar muchos equívocos al respecto. Esta política fue la que inició la guerra al roaming (los recargos por usar las redes móviles en el extranjero) y la que durante años tuvo que sortear toda clase de obstáculos; no provenientes, sin duda, de sus esforzados colaboradores.

El estandarte de Neelie Kroes era inapelable: esta Europa que tantas fronteras ha derribado no podía seguir manteniendo muros en un sector tan trascendental para su desarrollo y en el que la tecnología lo hacía fácil y posible.

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La batalla ha sido ardua. Las operadoras comenzaron por ceder en las llamadas (cada vez menos habituales), pero mantuvieron altas las tarifas en el uso de los datos (lo más utilizado). Las telefónicas se han resistido con uñas y dientes. Sus argumentos en cuanto costes e inversión en infraestructuras eran sólidos. Pero han ido cediendo poco a poco, no solo ante la Comisión Europea, sino también ante nuevos competidores que, como las compañías baratas en el sector aéreo, han demostrado que se podían bajar los precios y, en este caso, ofrecer el mismo servicio sin esos recargos de tan difícil digestión.

A partir de la semana que viene, viajar dentro de la UE será más cómodo. Cayeron fronteras terrestres para personas y mercancías. Sirve la misma moneda y ya no hay que ir mendigando la contraseña de la wifi. Aún quedan algunos flecos. ¿Qué es eso de no poder utilizarlo demasiado y dejar a la compañía que actúe en casos que entienda abusivos? ¿Por qué no poder contratar el servicio con cualquier firma europea? Y queda el fleco fundamental: si vivimos en un mundo global, ¿cómo no abrir el mercado de las telecomunicaciones a los cinco continentes? Hay compañías que ya están ofreciendo sus servicios sin roaming incluso fuera de la UE, lo que demuestra que también a esa escala es técnicamente posible para las empresas sin arruinarse.

La itinerancia es un concepto que aún no ha recogido el diccionario de la Real Academia tal como lo entiende hoy el hispanohablante. Llegó de la mano de la telefonía móvil. Con el fin del roaming quedará en el olvido. Será difícil encontrar otro de vida tan corta.

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Sobre la firma

Gabriela Cañas
Llegó a EL PAIS en 1981 y ha sido jefa de Madrid y Sociedad y corresponsal en Bruselas y París. Ha presidido la Agencia EFE entre 2020 y 2023. El periodismo y la igualdad son sus prioridades.

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