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Tentaciones
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¿Lindsay Lohan se ha convertido al islam?

Repasamos la apasionante historia de la actriz en la que parecen quedar muchos escandalosos capítulos

La actriz en un encuentro el pasado octubre en Estambul.
La actriz en un encuentro el pasado octubre en Estambul.Getty

La polémica ha vuelto a la vida de Lindsay Lohan. Bueno, tampoco es que se hubiese ido muy lejos, la verdad. Ahora que todo volvía a encarrilarse en la vida de la actriz, con su boda en ciernes, su multimillonario prometido Egor Tarabasov y unos más que afianzados rumores de embarazo, resulta que todo ha estallado por los aires. ¿Sorprendidos? Tampoco mucho.

El nuevo episodio de la actriz ha sido borrar todas sus fotografías de su cuenta de Instagram ( que cuenta con más de cinco millones y medio de seguidores) y dejar el siguiente mensaje: Alaikum salam, saludo árabe traducido al español como “que la paz esté contigo”. Lohan todavía no se ha manifestado pero en las redes sociales ya están dando su opinión al respecto: 

Aun así, el contacto con el mundo musulmán no es algo que pille a sus fans de sorpresa. En mayo del año pasado se la vio por Brooklyn con un ejemplar del Corán en la mano y el portavoz de la actriz declaró a Independent el siguiente mensaje: "Por lo que conozco no ha considerado convertirse al islam completamente, pero se que ha estado mostrando gran interés por la cultura árabe". 

Noticia Actualizada 17/01/17

Dejando la religión de lado, recordamos también una grabación de una pelea de la pareja, con Lohan asegurando que su prometido había intentado estrangularla, ha dinamitado el romance. O eso pensábamos, ya que el entorno de la actriz ha asegurado que, a pesar de la ruptura, pretende solucionar las cosas y resolver sus diferencias animando a su ¿futuro marido? a asistir a terapia para controlar la ira. Pero Lindsay, hija, ¿en qué estás pensando?

Decisiones como éstas han sido habituales en la vida de la actriz durante los últimos años. Errores garrafales y continuados que han dejado su imagen por los suelos. Nadie quiere trabajar con ella, nadie se fía de su comportamiento y nadie, más allá de los tabloides, quieren saber nada de ella. ¡Pobre Lindsay! Pero aquí estamos nosotros para echarle una mano. ¿Cómo? Pues dejándole claro que estamos rendidos a sus pies. Sí, puede que Lindsay se equivoque sin parar, pero, ¿y quién no? Cada vez que termina peleadísima con una expareja se nos rompe un poquito el corazón. Cada vez que se anuncia su vuelta definitiva al cine cruzamos todos los dedos posibles para que sea verdad. Necesitamos a Lindsay Lohan en nuestra vida. ¿Por qué? ¿Por qué?, se preguntarán. Pues nos sobran los motivos:

1- Su vida está plagada de malas decisiones

Será una estrella de Hollywood. Tendrá una cuenta corriente abultada y generosa. Se codeará con lo más granado del cine. Tendrá una mansión de esas que aparecen en las primeras páginas de la revista Hello. Sí, pero, a pesar de todo eso, Lindsay Lohan es humana. No queremos Angelinas Jolies, siempre perfectas, siempre dejando claro que están por encima de nosotros. ¡No! Queremos estrellas que se equivocan, que sufren, que eligen mal su carrera, que se pierden en la noche. La biografía de Linday Lohan arrasará en las librerías cuando alguien se anime a publicarla. Ojalá sea no autorizada, para enterarnos de todo.

2- Es la protagonista de Chicas malas

Si LiLo no volviese a rodar una película en lo que le queda de vida -cosa que no pasará, tranquilos-, podría quedarse satisfecha. Es, y siempre será, la protagonista de Chicas malas. ¿Quién más puede decir eso? No hay clásico de los 2000 que haya aguantado mejor el paso del tiempo. Fans que se saben los diálogos de memoria, escenas que han quedado en el subconsciente de la sociedad y una Lindsay en total estado de gracia. Cuando la gente comenzó a hacer memes del paso de Belén Esteban por GH VIP tiró de Chicas malas. Eso no lo consigue nadie.

3- La engañó su peluquero

Ahí donde la ven, Lindsay acaba de cumplir tan solo 30 años. ¡Y menudo carrerón lleva! La actriz ha conseguido algo casi inaudito: que cada uno de sus retoques estéticos le añada varias décadas encima. Malas decisiones -una vez más-, unidas a un pésimo gusto en lo que a peluquería se refiere. Siendo una estrella y rodeándose de lo más granado del mundo, resulta poco comprensible que acabe utilizando unas extensiones más propias de Leticia Sabater -¡un besi Leti!-. Si quieren saber cuando una vida está desordenada, fíjense en el pelo. Todo lo delata.

4- Es todo un referente bisexual

Todas las historias de amor de Lindsay Lohan terminan como el rosario de la aurora. Antes del millonario Egor Tarabasov, la actriz salía con la DJ Samantha Ronson. Su relación se convirtió en carne de revista y también en un referente de bisexualidad. LiLo se atrevía a salir del armario y a convertirse en un personaje visible. Ahora, el romance fue un caos total, con idas y venidas, declaraciones cruzadas y un final apoteósico. Todo muy propio del universo Lohan.

5- Protagonizó Sé quién me mató, un clásico

Los sucesivos intentos de la actriz por volver a ser la reina de la taquilla han ido de mal en peor. Su último gran proyecto fue la película The Canyons, con guión del escritor Bret Easton Ellis y coprotagonizada por el actor porno James Deen. Un regreso que tampoco convenció a mucha gente -pese a que tiene sus fans entregados-. Ahora, ningún despropósito tan maravilloso como Sé quién me mató. Si no tienen planes este verano, organicen una noche de cine en casa y pónganse la película. Disfrutarán tanto o más que bailando La salchipapa en un chiringuito de playa -¡otro besi Leti!-.

6- Tiene bastante con su madre

A lo largo de la carrera de Lindsay Lohan, no han sido pocas las voces que se han atrevido a señalar a su madre, Dina, como parte del problema. Pocos comprenden que, viendo el caos en el que estaba sumida su hija, no decidiera tomar cartas en el asunto. Dina ha ejercido de manager de la actriz y ha tratado de lanzar a la popularidad a sus otros hijos, aunque sin demasiado éxito. Ya podría haberse esmerado un poco más en echarles una mano durante su caída al vacío.

7- Hundió su propio reality

¿Quién teme a Oprah Winfrey? Desde luego, no Lindsay Lohan. La reina de la televisión le ofreció a la actriz protagonizar su propio reality con la excusa de mostrarle al mundo cómo estaba retomando su vida después de los excesos. Y así lo hicieron. Aunque el programa duró menos que nada. El público no demostró demasiado interés y las actitudes de Lohan hartaron a la presentadora -no se molestaba en promocionar el espacio y daba muestras públicas de no haberse recuperado de sus adicciones-. Oprah trató de encauzar el asunto pero acabó cancelando el reality tras una única temporada.

8- Ha sido Marilyn y Liz Taylor

Aunque los últimos años de la vida de la actriz han sido un tanto descontrolados, Lindsay ha tenido tiempo para todo. Aceptó la oferta de la revista Playboy y posó en portada caracterizada de la mismísima Marilyn Monroe. Una sesión que pretendía ser, otra vez, el punto de partida para retomar su carrera. Pero no contenta con interpretar a un icono, repitió poco después con la gran Elizabeth Taylor. Lohan fue la elegida para protagonizar Liz & Dick, el biopic de la relación entre Taylor y Richard Burton. Y no, la crítica tampoco es que fuese demasiado generosa con su interpretación.

9- Es el juguete roto perfecto de Hollywood

Cada poco tiempo, Hollywood necesita su juguete roto. Esa estrella que consiguió tenerlo todo y acabó perdiéndolo ante los atónitos ojos del mundo. Drew Barrymore sabe bien de qué se trata. También Macaulay Culkin. Como ellos, Lindsay fue una actriz infantil que conoció el gran éxito cuando todavía no había terminado el colegio. Y como ellos, cayó en un pozo de drogas, alcohol y noches infinitas que hicieron tambalear todo su futuro. Ojalá no sea más que una etapa de su vida. Ojalá pronto vuelva a brillar como lo hizo antes. Lindsay todavía tiene muchas alegrías que darnos. Los lohaners estamos convencidos.

Fecha de publicación original 01/08/16

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