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FKA Twigs, algo más que la novia de Robert Pattinson

La cantante británica protagoniza uno de los mejores debú de la música pop

Xavi Sancho
FKA Twigs y Robert Pattinson, en la última gala del MET.
FKA Twigs y Robert Pattinson, en la última gala del MET.cordon press

“Es muy duro. No sé ni cómo empezar a explicarlo. Hace que, a veces, quieras dejarlo todo. Provoca que quieras estampar tu cara contra el espejo”. Con estas palabras definía sus sentimientos al respecto de haberse convertido en un fenómeno mediático global FKA Twigs, la cantante y compositora británica de 27 años que ejerce para la mayoría del gran público, simplemente, como sorprendente prometida de Robert Pattinson, protagonista de la millonaria saga Crepúsculo e imagen de Dior. No importa que la chica sea la responsable de uno de los mejores discos de debú de los últimos años, que estuviera a punto de ganar el Mercury Music Prize –acaso el galardón más reputado de la industria discográfica británica- y que haya sido calificada por la crítica como lo más sorprendente e interesante que le ha sucedido al pop desde Björk. “No esperaba que mi vida fuera a funcionar de este modo. Pero vale la pena. Estoy feliz”, comentaba en la misma entrevista esta mujer nacida en el condado de Gloucestershire, de padre jamaicano y madre angloespañola, que iba para bailarina –ha danzado para Kylie Minogue o Jessie J- y en cuyo carnet de conducir aparece el nombre Tahliah Debrett Barnett.

FKA Twigs, durante su actuación en el festival de Glastonbury a finales de junio.
FKA Twigs, durante su actuación en el festival de Glastonbury a finales de junio.cordon press

Desde que el pasado septiembre se supiera que el guapo de Crepúsculo estaba saliendo con la más rara de la discoteca, el mundo del espectáculo y el cotilleo se han aplicado con fruición a analizar la relación. En un principio se trataba de explicarle al mundo quién era esa chica de peinado imposible y estilismos peculiares. Por entonces, ella parecía un capricho pasajero. Una rareza de usar y tirar. Luego se pasó a documentar los sistemáticos ataques que la muchacha ha sufrido por parte de los fans de la saga vampírica. Desde comentarios abiertamente racistas hasta elaboradas teorías sobre cómo su influencia resultará nefasta para la carrera de Robert Pattinson. El siglo XXI ya tenía Yoko Ono. Ahora nos encontramos ya en el tercer estadio mediático de la relación. Después de que el actor le regalara un anillo de compromiso valorado en unos 100 euros y de que ambos aparecieran por primera vez juntos en público durante la última gala de los premios MET en Nueva York –ella luciendo un vestido con un estampado que, entre muchos e indefinibles elementos, contenía un pene- su relación es tan oficial que hasta han aparecido las llamadas ‘fuentes cercanas’. Una de estas voces comentó a tabloide Daily Mirror, tras esta primera aparición pública de la pareja, que ella quería “una boda tranquila. Ir al registro civil y luego comer con amigos en pub. Hablan de fijar fecha durante agosto”.

La cantante y su pareja, el actor de la saga Crepúsculo, por las calles de Nueva York.
La cantante y su pareja, el actor de la saga Crepúsculo, por las calles de Nueva York.cordon press

Comentaba a principios de años FKA Twigs, en una entrevista concedida a rotativo británico The Guardian, estar convencida de que ella atraía a gente que buscaba “algo diferente”. Obviamente, se refería a su música. Pero es inevitable pensar que ella es, de forma casual, accidental o incluso en un primer instante premeditada, el modo que ha encontrado Robert Pattinson de alejarse del universo adolescente y masivo de Crepúsculo. Una estrategia mucho más radical que, por ejemplo, rodar una adaptación de una novela de Don delillo (Cosmopolis) bajo las órdenes de David Cronenberg, como hizo en 2012.

“No escojo mis películas por alejarme de Crepúsculo, las escojo porque yo soy así”, declaraba recientemente Kristen Stewart, compañera de reparto de Pattinson en la saga y exnovia del actor. El tiempo que estuvieron juntos y la gestión pública de la relación debe tener ya asignatura propia en varias escuelas de marketing. Stewart ha tomado el camino clásico, el que aleja al intérprete con inquietudes del encasillamiento juvenil a base de adaptaciones de clásicos underground (En la carretera) y cintas intercontinentales (Clouds os Sils Maria, del francés Olivier Assayas), todo ello sazonado con esporádicas apariciones en público aparentemente intoxicada y alguna que otra salida de tono en entrevistas. Y los fans pueden decepcionarse porque fume, pero el resto entra dentro de lo previsible. Lo que ya es realmente harina de otro costal es que el ídolo se vaya a casar con una chica que, cuando le piden que defina su infancia, responde esto: “Mi madre me dejaba ser lo que quería. Si quería ser un gato durante todo el fin de semana, pues era un gato”.

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Xavi Sancho
Forma parte del equipo de El País Semanal. Antes fue redactor jefe de Icon. Cursó Ciencias de la Información en la Universitat Autónoma de Barcelona.

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