El interés de la deuda de Portugal supera el 9% por el temor a un rescate
Bruselas enmarca la revisión del déficit portugués dentro de la rutina habitual
El recrudecimiento de las tensiones por la difícil situación de Portugal ha llevado al interés exigido a los bonos a cinco años del país por encima del 9% por primera vez desde que entró en el euro en 1999 tras el recorte de ayer de su nota de solvencia por parte de Standard & Poor's. Y por si no fuera poco, otra de las agencias que domina este sector de la medición de riesgos, Fitch, ha advertido hoy de que es posible que también baje su rating tras los "decepcionantes" acuerdos del pasado Consejo Europeo sobre el Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FESF) y su sucesor, el Mecanismo Europeo de Estabilidad Financiera (MEFM).
Asimismo, desde Bruselas, la Comisión Europea ha reconocido hoy que Portugal está revisando sus cifras de déficit correspondientes a 2010 para contabilizar adecuadamente las ayudas al sistema financiero, aunque ha matizado que este paso forma parte de la revisión rutinaria a todos los países. "El asunto de la clasificación de algunas compañías públicas está siendo evaluado por el Instituto de Estadística de Portugal", ha aseverado el portavoz Amadeu Altafaj, quien ha añadido que este ejercicio "no sólo afecta a Portugal sino a todos los estados miembros", dentro del ejercicio habitual de revisión del déficit efectuado cada primavera por Eurostat, la oficina de estadística comunitaria. En todo caso, Altafaj ha declinado avanzar las variaciones que pudieran sufrir las cifras de déficit lusas, que serán publicadas por Eurostat a finales de abril.
El problema que afronta Portugal, además de tener un Gobierno en duda tras la dimisión del primer ministro, José Sócrates, por el rechazo del Parlamento a su cuarto plan de ajuste, está en si tendrá suficiente fondos para hacer frente a los vencimientos de hasta 9.500 millones de euros que tiene hasta mediados de junio. Según el secretario del Tesoro portugués, Carlos Costa Pina, el país está en condiciones de abonar estos pagos, que corresponden principalmente a deuda a largo plazo.
Además, Costa Pina ha respaldado en declaraciones a Bloomberg la postura de su Gobierno de rechazar el rescate, ya que acogerse a él supondría estar fuera del mercado "unos cinco años". Junto a ello, también advierte de que deteriorará la financiación de las familias y empresas, amén de la obligación de poner en marcha las duras medidas de ahorro que lleva implícitas la ayuda, dos factores que lastrarán a su vez la ya debilitada economía de Portugal. En el plano político, donde la falta de un Gobierno confirmado dificulta las posibles negociaciones con Bruselas en caso de que activasen la ayuda, el alto cargo ha reclamado que la situación se "aclare cuanto antes".
Pese al optimismo de Costa Pina, las cifras que manejan los expertos apuntan a todo lo contrario, de ahí que la mayoría de analistas den por hecho que el país tendrá que acabar solicitando el auxilio de sus socios del euro. Sobre este punto, un informe de Barclays Capital revela que el Tesoro luso apenas cuenta con unos 5.000 millones de euros en caja, lo que solo le permitiría cumplir con los vencimientos de abril. Para alcanzar los fondos que le faltan, Portugal baraja realizar una nueva subasta en las próximas semanas, lo que en función de su resultado o bien dará un balón de oxígeno al Gobierno o bien confirmará las previsiones del mercado de que está avocada al rescate.
En caso de necesitar auxilio del exterior, a Portugal le ha salido un aliado en sus antiguos colonias. Según ha afirmado la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, su país está estudiando varias posibilidades para ayudar al Estado luso. Entre ellas, ha admitido que también barajan la opción de comprar deuda portuguesa.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.