Alemania recupera la idea de crear un Fondo Monetario Europeo
Berlín Merkel volverá a plantear la iniciativa en la próxima reunión de los ministros de Economía del euro
Alemania ha recuperado la idea de un Fondo Monetario Europeo que en su día ya recibió el rechazo del Banco Central Europeo. Según informaciones publicadas hoy por Süddeutsche Zeitung, el Gobierno de Angela Merkel, junto a otros países de la eurozona, propondrá al próximo Ecofin la posibilidad de crear una nueva institución europea independiente, cuyo objetivo será la estabilización del euro y la defensa contra las especulaciones sobre la moneda única.
Tal y como prosigue el rotativo, el principal cometido de dicha institución es, además de salir rápidamente en apoyo de los países en dificultades, sujetarlos a una estricta disciplina. El origen de la información es un documento de trabajo del Gobierno alemán, donde también se indica que está en estudio la implantación de un denominado Fondo Europeo para la Estabilización, el Crecimiento y las Inversiones, con una estructura y reglas muy concretas. El plan responde al "interés de Alemania en el mantenimiento del euro, junto con los otros estados miembros", asegura.
Esta nueva institución funcionará, de prosperar la iniciativa, de forma paralela e independiente al BCE y estará capacitada para salir en auxilio de los países de la eurozona, a los que a cambio se impondrá una condiciones económicas muy severas. Así, caso de precisar ayuda crediticia de ese fondo, el país afectado deberá ofrecer en garantías reservas de oro o obligaciones de empresas.
Junto a Bélgica, Irlanda y Finlandia
De acuerdo con Süddeutsche, además de Alemania están implicados en la propuesta Bélgica, Irlanda y Finlandia, mientras que Francia está trabajando en un plan similar. Esta iniciativa, siempre según el citado medio, será presentada en la próxima reunión del Ecofin -ministros de Finanzas-, en Bruselas, a mediados de enero para discutirlo con el resto de socios.
No obstante, la creación de un FMI a la europea ya fue planteada por Berlín en marzo al inicio de la actual crisis de deuda del euro. Y enfrente se econtró a dos de los pesos pesados del BCE, Jürgen Stark y Axel Weber, también alemanes y que temen que interfiera en el creciente poder de la autoridad monetaria, que eclipsa a la Comisión y demás instituciones europeas. El presidente del BCE, Jean Claude Trichet, con más perspectiva política, ha insinuado su apoyo al Fondo.
Un FMI europeo, que necesitaría para su creación otra reforma del Tratado, sería el primer paso para coordinar mejor las políticas fiscales, la pata coja de la zona euro. Sus valedores replican a los halcones alemanes del BCE que impondría disciplina financiera. Además, terminaría con las dudas respecto a la solidaridad financiera entre europeos, que han permitido a los especuladores ganar dinero a espuertas, atacando la deuda griega.
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