Rubalcaba se estrena con un llamamiento a patronal y sindicatos para negociar

El nuevo vicepresidente primero del Gobierno, Alfredo Pérez Rubalcaba, ha ofrecido hoy su primera comparecencia pública fuera del Consejo de Ministros con un mensaje contundente para los empresarios y los sindicatos en el que, de hecho, también ha sido su bautizo en los asuntos económicos asociados a su renovada cartera. En una intervención en la que ha tratado temas más propios de su colega la vicepresidenta segunda, Elena Salgado, Rubalcaba ha pedido a los empresarios que se vuelvan a sentar con las centrales, en concreto para hablar de la reforma de la negociación colectiva, lo que ha sido bien recibido por las empresas familiares. A los sindicatos, también les ha solicitado diálogo, en este caso acerca de la reforma laboral y pensiones; mientras, por lo que respecta al Gobierno, ha comprometido su voluntad para recuperar el diálogo social y llegar a acuerdos.

El Gobierno quiere pactos de Estado para fijar el desarrollo de energía, industría y transporte en los próximos 25 años

"Se pueden tener dos match ball y ganar el partido", ha afirmado sobre el descenso en las encuestas del PSOE

Durante su participación en el XIII Congreso Nacional de Empresa Familiar, que se celebra entre hoy y mañana en Santander, el nuevo hombre fuerte del Ejecutivo ha aprovechado su presencia ante la plana mayor del empresariado español para pedir a la patronal que retomen las negociaciones con los sindicatos y revitalicen el diálogo social, moribundo desde antes de la huelga general. Aunque el Instituto de Empresa Familiar (IEF), que ha organizado el evento, no forma parte de la CEOE, muchos de los empresarios que estaban entre el público sí están presentes en esta organización. A la confederación y a la futura dirección que saldrá de las elecciones convocadas para diciembre en las que se tiene que elegir al sustituto de Gerardo Díaz Ferrán eran a los que iba dirigido el mensaje.

Junto al diálogo, Rubalcaba ha solicitado a los empresarios que alenten la reforma del sistema financiero, que sigan con la internacionalización de sus empresas, donde ha avanzado que van a contar con la ayuda y el apoyo del Gobierno, y que transmitan confianza en el país. También le ha invitado a que "no se callen nada". "Les pido ayudas críticas y propuestas", ha rematado. Desde los empresarios, la reacción a las palabras del nuevo portavoz de Moncloa ha sido positiva y están de acuerdo con volver a sentarse a negociar, según ha afirmado el dueño y fundador de Mango, Isak Andik, en su primera rueda de prensa como presidente entrante del IEF. Eso sí, ha solicitado que se establezca un programa para desarrollar las reformas y los pactos de Estado de los que habla Rubalcaba.

A los sindicatos, el vicepresidente primero les ha trasladado el compromiso del Gobierno por recuperar el diálogo social. Pero no solo para modificar la negociación colectiva, que de hecho es el siguiente punto de la agenda de la mesa que reúne a los agentes sociales, si no también en la reforma laboral y en el debate sobre el sistema de pensiones. Aunque es consciente de que la relación entre los sindicatos y el Ejecutivo no pasa por sus mejores momentos tras la reforma y la huelga general, Rubalcaba se ha mostrado conciliador en la medida en que, aunque "el terreno está marcado porque se ha aprobado una ley", hay muchas cosas que todavía se pueden negociar. "Vamos a intentar reconducir el diálogo social" y "no va a faltar la voluntad del Gobierno" para llegar a acuerdos, ha insistido.

"Poco tiempo"

Rubalcaba es consciente de que tienen "poco tiempo" para sacar adelante todas estas modificaciones, pero se ha mostrado confiado en lograr avances ya que "este Gobierno tiene tenacidad y constancia". No obstante, también ha alertado de que si no se llevan a cabo ahora la factura en términos de bienestar social será alta. En concreto, ha recordado la voluntad del Ejecutivo de buscar pactos de Estado en energía -un tema que actualmente siguen negociando con el PP-, industría y transporte. Eso sí, ha advertido en referencia al principal partido de la oposición de que "dos no pactan si uno no quiere".

Según ha explicado, los grandes acuerdos deberían servir para fijar el desarrollo de estos sectores en los próximos 25 años tal y como sucedió en la reconversión industrial de los 80, durante las medidas para entrar en la UE y, ya en los 90, los esfuerzos adoptados para adoptar el euro. Sin abandonar el pasado, el vicepresidente primero ha añadido que en los últimos años se han abordado muchas reformas, como los sistemas de formación, y se ha invertido mucho en capital tecnológico y físico, como en las redes de transporte. Sobre este último punto ha subrayado la aportación realizada por las empresas en un guiño a la aportación del sector privado al desarrollo del país.

El también ministro de Interior ha incluido en su intervención algunas referencias a la inmigración ligadas a la decisión de Francia de expulsar a los gitanos y la creciente ola de racismo que recorre el continente. Según ha defendido, Europa no puede ser una fortaleza que impida entrar a los inmigrantes. "Ya se que ahora con la crisis no se pueden contratar, pero hay que estar preparados", ha explicado antes de vincular este argumento, hábilmente, con el tema de la reforma de las pensiones: "Una parte importante del sistema de pensiones tiene que ver con la demografía y eso se arregla en buena medida con la entrada de inmigrantes, porque vamos a necesitar trabajadores", ha declarado.

"Match-ball"

Por último, los empresarios no dejaron pasar la ocasión de contar con Rubalcaba, cuya presencia en el congreso estaba acordada antes de su nombramiento, para mostrar interés sobre su futuro: ¿Puede el Gobierno remontar las encuestas con Zapatero de candidato?, le han preguntado en referencia a su posible candidatura, de la que tanto se habla en estas fechas. Y Rubalcaba ha despejado la pelota con su habitual maestría: "Se pueden tener dos match ball y ganar el partido".

Antes de Rubalcaba, el presidente saliente del Instituto Empresa Familiar (IEF), Simón Pedro Barceló, ha reclamado hoy un acuerdo general entre el Gobierno, la oposición y los sindicatos para la reforma de las pensiones. Durante su intervención, el empresario ha advertido de que las consecuencias de una falta de consenso es repetir el resultado de la reforma del mercado laboral y que, en su opinión, es "insuficiente". "De nuevo se ha perdido una gran oportunidad para mostrar al mundo que este país sabe llegar a acuerdos cuando está en juego su futuro", ha lamentado antes de insistir en que el cambio de las pensiones es "vital" para mantener la confianza de los mercados internacionales. Sobre la solicitud de Barceló y también acerca de los pactos de Estado es donde Rubalcaba ha recordado que "dos no pactan si uno no quiere". "Y no esto seguro de que nuestro adversario -en referencia al PP- esté dispuesto a trabajar tanto como nosotros", ha añadido.

En el capítulo de propuestas, Barceló ha defendido en la misma línea que Andik la necesidad de cambiar de modelo productivo porque España ha perdido competitividad y se ha mostrado a favor de introducir exenciones fiscales a aquellos beneficios que se destinen a inversión productiva. También el presidente de PriceWaterhouseCoopers (PWC), Carlos Mars, ha revelado una encuesta realizada entre las 100 principales empresas españolas y cuyos resultados muestran que más de nueve de cada 10 empresarios (un 95%) afirman que las decisiones de los políticos en el ámbito económico son inapropiadas o insuficientes. Lo que arroja, según Mars, una conclusión clara: "No podemos hacer más de lo mismo, si no que hay que cambiar el patrón de crecimiento". "Necesitamos un modelo de crecimiento inteligente y no cortoplacista", ha añadido.

Isak Andik, por su parte, ha sorprendido con la petición de que los funcionarios tengan "una remuneración variable y una estabilidad similar a la de empresa privada para las nuevas incorporaciones, no para las anteriores, que ya tienen derechos adquiridos". Es decir se abriría la puerta a que no tengan un puesto asegurado de por vida. Este es uno de los objetivos de su programa, en el que además pide más inversión en educación, Formación Profesional y aprendizaje de inglés; reducción de las cotizaciones sociales, exención de la Seguridad Social en los contratos de jóvenes los dos primeros años e incluso de la internacionalización con mejor trato fiscal para las exportaciones.