Gobierno y oposición se unen en Portugal para hacer frente a la crisis
El primer ministro anuncia que adelantará a este año la aplicación de algunas medidas de recorte de gasto previstas para 2011
El primer ministro portugués, José Sócrates (socialista), y el líder de la oposición Pedro Passos Coelho (conservador), se han reunido hoy en Lisboa con carácter de urgencia para tranquilizar a los mercados, después de que Standard & Poor's rebajara drásticamente su nota de solvencia para la economía lusa. Ambos dirigentes han aparcado por un día las diferencias, han intercambiado elogios mutuos y han expresado públicamente su compromiso de trabajar mano a mano para sacar a Portugal de la crisis. Una situación que contrasta con la de España, donde el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero no logra recabar el respaldo del resto de partidos para crear un frente común con el que afrontar la presión de los mercados. "Esta reunión es de la máxima importancia para dar una señal de confianza al país y a los mercados sobre la capacidad de la economía portuguesa", ha dicho Sócrates. "Portugal cumple sus compromisos".
El primer ministro ha anunciado que el Gobierno adelantará a este año la aplicación de algunas medidas que estaban previstas para 2011 en el Plan de Estabilidad y Crecimiento (PEC). Concretamente, ha citado la entrada de una ley que regule "con justicia" las prestaciones sociales, auditorías y fiscalizaciones de dichas prestaciones, cambios en el subsidio de desempleo para que nadie pueda aprovecharse de la situación, y en los impuestos de plusvalías y autopistas.
"El Gobierno está totalmente determinado a hacer lo que debe hacer para poner las cuentas públicas en orden y para que los objetivos del PEC sean cumplidos. Haremos todo lo que sea necesario", ha subrayado Sócrates. A su lado, Passos Coelho, líder del Partido Social Demócrata (PSD), se ha mostrado colaborador porque "el interés del país está por encima de todo" y ha coincidido en que Portugal tiene que "dar una respuesta rápida para tranquilizar a los mercados, y para reducir el déficit y la deuda".
Portugal ha amanecido con la pésima noticia del aumento de los intereses de la deuda y el riesgo de caer en bancarrota. Los líderes políticos y la prensa reclaman unidad para hacer frente a la situación. "Pónganse de acuerdo", titulaba en portada el Diario Económico, que ha publicado un editorial que califica dicho titular de "manifiesto" para exigir acción a quienes gobiernan, y en el que lanza la siguiente advertencia: "Portugal no está en bancarrota, pero no hay tiempo que perder".
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