ING y SocGen ceden a la presión social contra las retribuciones millonarias de los banqueros
Francia ultima una ley para limitar las 'stock options' ante la dificultad de cerrar un acuerdo
El escándalo que recorre Estados Unidos a raíz del cobro de multimillonarias primas por parte de los directivos de la aseguradora AIG ha sido la gota que ha colmado el vaso de la indignación de la sociedad estadounidense, que no entiende cómo los ejecutivos que han llevado al borde de la quiebra al conjunto del sistema se vayan ahora a casa con los bolsillos bien llenos. Además, ante el cariz que está tomando la controversia y tras el anuncio realizado tanto desde la Casa Blanca como desde algunos gobiernos europeos de poner algún límite a estas prácticas en las entidades está llevando a algunos miembros del sector a replantearse su política retributiva. Hoy, dentro de esta tendencia, el presidente del grupo holandés bancario y de seguros ING, Jan Hommen, ha pedido a sus altos cargos a renunciar a las bonificaciones de 2008 y ha informado de que tampoco distribuirá de momento las de este año.
Además, según informa Reuters, un portavoz del partido de Sarkozy -UMP- ha revelado que el Gobierno introducirá una ley para limitar los bonus de los ejecutivos y su acceso a las opciones sobre acciones ante la dificultad para llegar a un acuerdo con el sector sobre la necesidad de limitar las retribuciones millonarias de sus directivos.
"Es una petición moral", ha declarado Hommen en una entrevista con el diario holandés Volkskrant en la que añade que muchos de los 1.200 directores de ING a los que se les ha pedido que renuncien a sus bonificaciones están dispuestos a hacerlo. La entidad, que ha tenido que recibir inyecciones multimillonarias por parte del Estado holandés, tampoco concederá de momento los 300 millones previstos en bonificaciones para 2009 sino compensaciones variables hasta tener lista su nueva política en materia de primas en 2010, ha explicado.
En la vecina Francia, los principales directivos del banco Société Générale también han terminado por ceder a las presiones políticas y han decidido renunciar totalmente a sus stock options (opciones sobre acciones), según informa hoy la prensa gala. El director general de la entidad, una de las que ha recibido ayudas públicas por parte del Estado francés para hacer frente a la crisis, Frédéric Oudéa, se había adjudicado 150.000 opciones, sus dos adjuntos 50.000 cada uno y el presidente, Daniel Bouton, 70.000.
La decisión, anunciada el pasado miércoles 18 de marzo en vísperas de una gran movilización social para reclamar más medidas frente a la crisis, había desencadenado tal escándalo en Francia que hasta el presidente francés, Nicolas Sarkozy, les apuntó directamente con el dedo y la consideró "inadmisible". En la misma línea, la ministra de Economía, Christine Lagarde, dijo claramente ayer en la emisora 'Europe 1' que deseaba que los directivos de la entidad financiera revisaran su decisión y renunciaran definitivamente a sus stock options.
"Es ya hora de que Société Générale tenga un mayor ritmo con el interés general", señaló Lagarde. Inicialmente, los directivos del banco habían anunciado que renunciaban a ejercer su derecho a nuevas opciones sobre acciones mientras la entidad se beneficiara de un apoyo estatal. No obstante, en una carta que enviarán hoy a los trabajadores, Frédéric Oudéa y Daniel Bouton, señalan que para "cortar de raíz la actual polémica" han decidido renunciar al beneficio de la atribución de estas stock options y que han informado de ello al consejo de administración.
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