EE UU y Pakistán renuevan su alianza antiterrorista
Kerry admite que el 'caso Bin Laden' dañó los lazos bilaterales
El senador de EE UU John Kerry reconoció ayer en Islamabad que el hallazgo de Osama bin Laden en Pakistán había dañado los lazos entre los dos países de forma irreparable. Sin embargo, también subrayó que la relación era demasiado importante para permitirlo. En un gesto destinado a apaciguar a los paquistaníes, el comunicado conjunto que puso fin a su visita destacó que ambos países habían acordado "trabajar juntos en futuras acciones contra objetivos de alto valor en Pakistán".
"No he venido a disculparme por lo que considero un triunfo contra al terrorismo sin precedentes, sino a hablar sobre cómo gestionamos esta importante relación", declaró ayer Kerry.
El senador, que previamente se había reunido con el presidente y con el primer ministro paquistaníes, dijo que les había reiterado la grave preocupación por la presencia del líder de Al Qaeda en su país y por la existencia de santuarios para quienes combaten a EE UU en Afganistán.
El riesgo de ruptura entre los dos países es real, afirma el senador demócrata
"El riesgo de ruptura es real. Hay miembros del Congreso que no confían en que puedan repararse los lazos", señaló. Aun así, insistió en que los dos países son socios estratégicos con un enemigo común, que es el terrorismo y el extremismo. "Ambos han sacrificado tanto que no tiene sentido permitir que la relación se rompa", añadió.
Kerry, que preside el Comité de Exteriores del Senado y dejó claro que contaba con el respaldo del presidente Barack Obama, dijo que había acordado con sus interlocutores una serie de pasos sin especificar para mejorar las relaciones bilaterales. "A partir de ahora el camino no se definirá por las palabras sino por las acciones", advirtió. También anunció una próxima visita de la secretaria de Estado, Hillary Clinton.
La Operación Gerónimo, que acabó con Bin Laden el 2 de mayo, constituyó un golpe de gracia a las ya delicadas relaciones de Washington con Islamabad. No solo la acción unilateral puso de relieve la falta de confianza norteamericana en su supuesto aliado, sino que dejó en evidencia al que está considerado el séptimo Ejército del mundo.
El jefe del Estado Mayor paquistaní, el general Ashfaq Kayani, transmitió ese malestar a Kerry durante su reunión la noche anterior cuando le dijo que sus soldados tenían "sentimientos intensos" respecto a la incursión. Por su parte, Kerry, el primer emisario estadounidense que visita Pakistán desde la operación, le hizo entrega de una lista de "exigencias concretas" para borrar cualquier sospecha de que el país asiático alberga a terroristas, según fuentes paquistaníes citadas por la prensa local.
[Pistoleros en motocicletas mataron ayer en Karachi a un diplomático saudí, confirmaron fuentes policiales y el jefe de la misión, en el segundo ataque contra la legación saudí desde la muerte de Bin Laden, informa Reuters.]
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