Más de 1.200 inmigrantes llegan a la isla de Lampedusa en apenas 12 horas
Italia pide que Gadafi sea encausado por forzar el éxodo de 'sin papeles'
El ministro de Exteriores italiano, Franco Frattini, acusó ayer al régimen de Trípoli de haber convertido el envío de barcas cargadas de inmigrantes hacia Europa en "un instrumento criminal, usado para ejercer presión", y solicitó al Tribunal Penal Internacional que incluya "esos crímenes" en el informe de imputaciones que está preparando contra el dictador y otros jerarcas libios y que será dado a conocer el lunes.
La dramática salida por mar desde Libia de centenares de desplazados alcanzó ayer un nuevo pico: 1.241 africanos llegaron a Lampedusa a bordo de seis barcazas y en un espacio de apenas 12 horas. Dos de ellas fueron rescatadas por guardacostas italianos cuando estaban a la deriva y en graves dificultades.
Una lancha italiana rescató in extremis una barcaza con 493 personas
Una tercera barca, que transportaba a 150 desplazados, fue socorrida en alta mar por un buque de la OTAN. La nave, de 15 metros de eslora, había zarpado de Misrata el 9 de mayo y navegaba a la deriva a 100 millas al norte de Trípoli, según informó el portavoz militar de la Alianza, Mike Brancke. Un equipo técnico de los aliados subió a bordo para reparar el motor y cerrar una grieta del casco y escoltó a la embarcación hasta que fue recogida por los guardacostas italianos.
Italia y Malta seguían buscando ayer a otra chalupa en la que viajaban 220 personas, y que el jueves por la noche lanzó un SOS a través de un teléfono por satélite cuando se encontraba a 80 millas de Trípoli, cerca de las aguas SAR (búsqueda y rescate, por sus siglas en inglés) de Malta.
Aunque en principio se pensó que podía ser la misma que reparó y escoltó el barco de la OTAN, posteriormente se descartó esa hipótesis. En la nave perdida viajaban "muchas mujeres y niños", según explicó el pasajero que dio la alarma afirmando que en la nave estaba entrando agua. Las fuerzas italianas informaron el viernes de que el teléfono por satélite seguía encendido sin que nadie respondiera a las llamadas, lo que impedía activar el GPS del aparato y localizar la nave.
Una lancha italiana logró en cambio rescatar in extremis a la barcaza más grande de las registradas hasta ahora, que portaba a 493 personas, entre ellas 10 mujeres y 15 menores.
En Ginebra, una portavoz del Alto Comisariado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) elevó a 1.200 la cifra estimada de personas desaparecidas y muertas durante las travesías desde Libia hasta Italia y Malta. Desde que estalló el conflicto libio, 12.000 desplazados han llegado por mar a esos países, lo que implica que un 10% de los que lo intentan no sobrevive al viaje.
Mientras sus militares y policías salvan vidas, el Gobierno italiano parece seguir las vicisitudes en su excolonia de forma cada vez más descoordinada. Roberto Maroni, el titular de Interior, contradijo a su homólogo de Exteriores, y pidió a Europa que "ponga fin inmediato a la guerra en Libia, ya que es la única forma de frenar los desembarcos de prófugos". Frattini, en cambio, sostuvo que un alto el fuego precipitado no es aconsejable "porque dejaría a Libia partida en dos".
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