Rubalcaba avala impugnar Bildu porque está en "la estrategia de ETA"
Califica de "excelentes" los informes policiales en los que se basa el recurso
El vicepresidente primero, Alfredo Pérez Rubalcaba, marcó ayer con nitidez la posición del Gobierno sobre Bildu. Afirmó que la coalición integrada por representantes de los partidos legales Eusko Alkartasuna y Alternatiba, así como independientes de la izquierda abertzale, y que pretende concurrir en los comicios del 22-M, "está en la estrategia de ETA" y que "algunos de sus integrantes tienen una relación directa con la ilegal Batasuna".
El vicepresidente primero se identificó absolutamente con los informes que las Fuerzas de Seguridad del Estado han remitido a la Abogacía y a la Fiscalía General del Estado y que servirán de base para las impugnaciones de las candidaturas de Bildu, que dichas instituciones materializarán en las próximas horas. "Son excelentes", dijo Rubalcaba de los informes policiales, y aclaró: "Hemos puesto todo lo que sabemos encima de la mesa, que es mucho porque durante estos años no nos hemos chupado el dedo".
El vicepresidente cree "imposible" impugnar la coalición electoral
Los informes policiales se basan en documentos de ETA de 2008 en los que la banda terrorista aboga por la creación de un frente independentista. Ahí encuentran los informes policiales la similitud con Bildu, a la que considera una materialización de la estrategia etarra, establecida en 2008. Pero dichos informes no recogen la evolución posterior de la izquierda abertzale y su rechazo de la violencia de ETA, materializado en sus asambleas internas de febrero de 2010 y en sucesivos pronunciamientos posteriores.
Ayer, el vicepresidente marcó la pauta de lo que en las próximas horas decidirán la Abogacía y la Fiscalía General del Estado al señalar "las dos vías de avance" sobre las que se construirá su impugnación ante el Tribunal Supremo. "Si uno lee los papeles de ETA, Bildu aparece como una opción estratégica de la banda", señaló Rubalcaba, refiriéndose a una vía. La otra vía de avance sería la de "la relación directa de algunas candidaturas con la ilegal Batasuna".
El vicepresidente primero confirmó que tenía un acuerdo con el representante del PP en el Pacto Antiterrorista, Federico Trillo, sobre esta base general: "La de evitar que nadie que no tenga que estar en las elecciones, esté".
Pero, también, aclaró que la materialización de ese acuerdo no pasaba por impugnar la coalición Bildu, que implicaría la ilegalización de dos partidos legales, como la víspera planteó la número dos del PP, Dolores de Cospedal. "Oigo una y otra vez a responsables del PP, algunos muy importantes, que o no entienden nada o, lo que me parece peor, no quieren entender para tergiversar".
El vicepresidente aclaró que no se puede pedir la impugnación de Bildu porque el ordenamiento jurídico español no lo permite y precisó que no estaba dispuesto a promover dicha impugnación a sabiendas de que los tribunales la rechazarían.
La clave de la estrategia del Gobierno y que responde al espíritu de lo pactado con Trillo radicaba, por tanto, en la impugnación de las candidaturas de Bildu. "¿Cuántas?", se preguntó Rubalcaba. Todo apuntaba que esa respuesta, a la vista de su respaldo absoluto a los informes policiales, iba a ser la de todas las candidaturas, como luego confirmó la Abogacía del Estado.
Pero Rubalcaba no quiso ir más allá. Remitió la respuesta a lo que en las próximas horas decidan la Abogacía y Fiscalía General del Estado, que "ya están trabajando sobre los informes de la Policía y la Guardia Civil" y son "quienes tienen que encontrar los razonamientos jurídicos". Insistió en que en los temas relacionados con la política antiterrorista, los procedimientos democráticos y las formas son "esenciales".
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