Reto entre alcaldes

Antes de que el sábado Real Madrid y Barça jueguen el clásico de la Liga de fútbol, los alcaldes de sus ciudades amagan con un duelo político que también pondrá en escena la tradicional rivalidad catalana y madrileña.

El regidor barcelonés, Jordi Hereu (PSC), ha reclamado esta semana a dos cadenas generalistas espacio para que le permitan debatir con Alberto Ruiz-Gallardón (PP), alcalde de la capital, sobre los respectivos modelos de ciudad, según ha informado El Periódico de Catalunya. Ayer lo confirmó el propio Hereu, que justificó la petición en que quiere contraponer "el modelo conservador de Madrid y el progresista de Barcelona". Y abundó: el arquetipo de una ciudad llena de chabolas y de deuda municipal, con otra que no conoce ni una ni otra.

Cobo respondió al alcalde catalán: "Creo que saldrías perdiendo"

Al regidor madrileño no le interesa una campaña anticipada

Enfrente se encontró con el vicealcalde madrileño, Manuel Cobo, que respondió con una muestra de chulería capitalina: "Creo que saldrías perdiendo, Hereu", retó Cobo. "Mi amigo Hereu es un ventajista", aseguró ayer el candidato socialista a la alcaldía de Madrid, Jaime Lissavetzky, informa Elena G. Sevillano. "Quiere debatir con el alcalde que más deuda tiene de toda España". Lissavetzky recomendó al edil barcelonés que "debata también con Xavier Trias, que es su adversario político, el que se presenta en Barcelona". Y lanzó a Hereu una pulla: "El 20 de abril me mandará una felicitación, cuando gane el Real Madrid".

A la espera de que Gallardón cuente si está dispuesto o no a debatir con Hereu, un vistazo a las principales propuestas de ambos candidatos muestra que podría ser más bien un diálogo de sordos. Mientras en Barcelona el debate político ha puesto sobre la mesa las diferentes visiones de futuro de la ciudad, en Madrid apenas ha arrancado la discusión local.

Al alcalde Gallardón no le interesa una campaña anticipada. Confía en revalidar su tercer mandato consecutivo con un margen cómodo de votos. Tiene una abultada deuda -unos 6.400 millones de euros- que le impedirá comprometerse a grandes obras como en sus dos mandatos anteriores. Sus mejores propuestas no se darán a conocer hasta bien entrada la campaña.

Su principal rival, el socialista Jaime Lissavetzky, está empezando a dar forma a su proyecto, ya que solo lleva unos meses al frente de la candidatura socialista. Su discurso hasta el momento se ha centrado en cuestionar la deuda, la subida de tasas y un modelo de ciudad que se vuelca con el centro de Madrid, mientras abandona los barrios. Entre ambos, el aspirante de Izquierda Unida, Ángel Pérez, un veterano de la política madrileña, consigue con escaso apoyo mediático colar de vez en cuando sus propuestas más sociales, centradas en el empleo y el medio ambiente.

En Madrid el principal escollo para un debate centrado en la ciudad es que su alcalde está empeñado en hacer política de alcance nacional. Es inevitable en la capital la mezcla de los líderes nacionales y locales, pues el Congreso está a solo unas calles de la sede del Ayuntamiento. Pero en esta ocasión el PP se ha propuesto convertir las elecciones del 22 de mayo en un plebiscito sobre la gestión del PSOE en La Moncloa. Y en ello está Gallardón.

En Barcelona, donde los socialistas han gobernado ininterrumpidamente en el Ayuntamiento desde los años de la Transición, en la campaña del 22 de mayo se dirimirá si ha llegado la hora de la renovación política y el mantenimiento de los servicios sociales, tocados seriamente por los recortes económicos anunciados por la Generalitat. Los dos candidatos mejor posicionados para presidir el Consistorio, el actual alcalde Jordi Hereu (PSC) y Xavier Trias (Convergència i Unió), encarnan dos modelos de ciudad diferentes aunque tienen el mismo enemigo común: el paro. Sus recetas para salir de él varían. Trias receta la ampliación de la gestión privada para aumentar la cobertura de los servicios sociales, mientras que Hereu apuesta por una mayor titularidad pública.

Hereu no ha dejado de sacar pecho por su gestión al frente del Consistorio. Tras salir reforzado de las primarias socialistas, en las que se enfrentó a Montserrat Tura, la candidata del aparato del PSC, ha ganado tiempo y oxígeno. Su estrategia pasa ahora por reivindicar la titularidad pública de los servicios sociales, especialmente en los barrios con condiciones más difíciles.

El balance de Hereu se puede dividir en dos bloques fundamentales: la inversión y las finanzas. En el primero, su mejor medalla es la inversión per cápita más alta de España. Con ello, por ejemplo, logró duplicar la oferta de guarderías de titularidad pública (se han construido 40 en el último mandato). Por otra parte, ha logrado controlar el déficit de sus cuentas, lo que le ha permitido ser solvente a la hora de invertir.

A Trias, que lleva tres mandatos pilotando la oposición, le favorecían hasta hace muy poco las encuestas. Los nubarrones han aparecido recientemente después del anuncio del Gobierno de Artur Mas de pasar la tijera por la sanidad y la educación. También le aupaba el declive de los socialistas en las últimas autonómicas. Su bandera era muy clara: después de 32 años de Gobierno del PSC era hora de abrir las ventanas. El candidato de CiU aprovecha los muchos errores de Hereu, como la fracasada consulta para reformar la Diagonal, que costó más de tres millones de euros, para asegurar que el candidato está desconectado de la ciudadanía.