España consigue eludir el castigo de los mercados tras la crisis de Portugal

La mañana auguraba un terremoto para España en los mercados. Portugal se asomaba al rescate, Moody?s rebajó la calificación de 30 bancos y cajas españolas, que además, poseen 6.500 millones en títulos de deuda portuguesa y 70.000 millones a todo el sistema financiero luso.

Quizá para ahuyentar los malos espíritus, el vicepresidente de la Comisión Europea, Joaquín Almunia, descartó desde primera hora de la mañana un efecto arrastre para la economía española por la crisis portuguesa. El comisario europeo de Competencia destacó la diferente evolución de los indicadores económicos de ambos países y añadió: "España es capaz de vencer los intentos de especulación".

Cierto. Se cumplió. El parqué madrileño cerró la sesión con una subida del 1,11%, que ha situado al Ibex 35 en los 10.755,6 puntos, el nivel más alto desde finales de febrero, impulsado por el repunte de los grandes valores, entre ellos, la banca. La rentabilidad de la deuda española bajaba hasta el 5,169 %, con lo que la prima de riesgo se situaba en los 191 puntos básicos, frente a los 194 puntos con lo que cerró la sesión del miércoles. El Eurostoxx subió un 1,52% y Wall Street también acabó en positivo.

"España es capaz de vencer los intentos de especulación", según el comisario

Las incertidumbres aún pesan y no se descartan nuevas sacudidas

En un desayuno informativo organizado por KPMG y Europa Press, Almunia recalcó que "cualquiera que analice los mercados financieros ve que la evolución de los indicadores en España está claramente separada de otros países como Portugal, Irlanda o Grecia", ya que las medidas que ha tomado el Gobierno "han dado resultados", informa Europa Press. Almunia auguró que "entre las decisiones de los mercados y las de las autoridades se pueda hacer perder mucho dinero a los especuladores".

Quizá ayer ocurrió y fue un día triste para algunos inversores. Pero ¿significa eso que España está a salvo de castigos de los mercados? Juan Ignacio Crespo, director de Thompson Reuters, no cree que haya pasado el peligro. "Es cierto que desde septiembre pasado, la deuda y la prima de riesgo española va por un camino mejor que la portuguesa. Pero los mercados son así, a veces se comportan de manera insensible a posibles amenazas y otras reaccionan con hipersensibilidad". Crespo considera que las incertidumbres económicas continúan pesando, pero los inversores llevan unos días optimistas y no se han fijado en ellos. "Creo que todos están vigilantes, mirándose unos a otros, pendientes de si tienen que vender o comprar", explica. Además de Portugal, cita la situación de Libia, el problema energético por el accidente de Japón, la subida del petróleo, la revalorización del euro y la inflación.

José Luis Martínez, de Citi, coincide con su colega. En su opinión, el peligro para España no ha pasado. "Hay una calma tensa, con pocos volúmenes en el mercado. Creo que hay que ser cauteloso porque los factores de riesgo siguen ahí".

En otro momento del día, Joaquín Almunia pronunció un discurso en la sede de las cajas de ahorros, invitado por FUNCAS, en el que se mostró convencido de que España acometerá mejor y con más rapidez que otros países europeos la reestructuración de su sistema financiero "porque tiene un excelente supervisor" que ha hecho las cosas bien.

Consideró "posible" que bancos y cajas acudan de nuevo a Bruselas a pedir permiso para obtener capital público y recordó que en 2011, a diferencia del año anterior, "aunque se pida un euro, es necesario el visto bueno de Europa". También dijo que el sistema será "capaz de digerir bien, sin necesidad de seguir tomando antiácidos" las consecuencias de una burbuja inmobiliaria que espera que no se vuelva a repetir.