La policía saudí reprime a tiros una protesta chií en una zona petrolífera
Las autoridades blindan Riad ante la celebración hoy del Día de la Ira
La policía saudí disparó anoche para dispersar una manifestación en Qatif, uno de los oasis de la Provincia Oriental donde se concentra la minoría chií del reino. Al menos tres personas resultaron heridas, según un activista contactado por teléfono. El incidente, el más grave desde que hace dos semanas empezaron las protestas para pedir la liberación de varios encarcelados sin juicio, muestra el nerviosismo de las autoridades ante la convocatoria hoy de un Día de la Ira en toda Arabia Saudí.
Una sucesión de pequeñas manifestaciones en el este del país, donde se extrae la mayoría del petróleo, llevó al Gobierno a recordar la prohibición de cualquier protesta. Aún así, los chiíes salieron a la calle el miércoles y de nuevo ayer. También en Riad se ha multiplicado la presencia policial ante la cita de hoy. El mayor peligro parece la posibilidad de que la policía se exceda en la represión de los participantes que nadie espera muy numerosos.
"La protesta pública no está en nuestra cultura y el Gobierno está jugando con eso", explica Mohammad al Qahtani, presidente de la Asociación por los Derechos Civiles y Políticos. Aunque las imágenes de las revueltas en Túnez y Egipto han abierto los ojos a una población que parecía políticamente adormecida, muchos saudíes aún consideran que es un error airear públicamente su descontento y que eso solo puede conducir a la violencia. A la vista de lo sucedido en otros países árabes, las autoridades no están dispuestas a arriesgarse. Además de insistir en que la protesta está orquestada por intereses extranjeros, han dejado claro que van a impedirla. "Si alguien quiere responder al llamamiento nos aseguraremos de aislarle y ponerle bajo control", dijo el portavoz del Ministerio del Interior.
"El Gobierno lo tiene muy difícil", explica un experto en seguridad occidental. "Si la policía actúa con contundencia, puede cometer un error que sirva de detonante para generalizar las protestas; y si no lo hace, corre el riesgo de que la gente se sume y la movilización sea imparable". En su opinión, la única alternativa es un despliegue descomunal de fuerzas que desaliente a los manifestantes. Incluso así, el peligro de que se les vaya la mano es alto. "Carecen de experiencia en control de multitudes", señala.
Los portavoces oficiales insisten en que no hay necesidad de protestas ni de partidos políticos porque Arabia Saudí aplica la sharía. Sin embargo, en las últimas semanas liberales, defensores de los derechos humanos e islamistas moderados han respaldado peticiones de reforma. Por primera vez se habla abiertamente de una monarquía constitucional.
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