La Generalitat niega privilegios: "Si nos dejan caer, cae el resto"

El Gobierno catalán acogió con signo de evidente fastidio la ola de críticas desatada en el resto de España por la decisión del presidente José Luis Rodríguez Zapatero de autorizar el endeudamiento de la Generalitat. "No es algo nuevo. Nos llueven las críticas y lo lamentamos profundamente", dijo Francesc Homs, portavoz del Ejecutivo catalán, que apeló a la "madurez democrática" de España para evitar reacciones como la de ayer.

Su postura fue clara: la Generalitat no recibe ningún privilegio y solo reivindica lo que se le debe (759 millones pendientes desde 2008) y pedir permiso para emitir deuda, algo, recordó Homs, que ya hizo el tripartito. Sin embargo, en su análisis obvió que existen otras comunidades autónomas con el mismo nivel de déficit a quienes Zapatero, a diferencia de Cataluña, ha prohibido endeudarse.

Convergència, sin embargo, esgrime argumentos de peso: dice que Cataluña aporta a la caja común más de lo que recibe y que un eventual colapso de la economía catalana no tendría el mismo impacto que el de otras autonomías en el conjunto de la de España. "Si dejan caer a Cataluña, se cae el resto", sostienen fuentes de CiU.

Antes de la reunión del Gobierno, Mas lamentó que se utilice, a su juicio, diferente rasero cuando reclama Cataluña y lo hace otra autonomía. "Cuando Andalucía recupera 2.500 millones, en España nadie dice nada. Y si lo hace Galicia y Valencia tampoco, y si lo hace Madrid hasta se aplaude. Y cuando lo hace Cataluña somos avaros e insolidarios", dijo a Rac1, recordando los graves problemas de tesorería de la Generalitat.

Apoyo del PP

Frente a las críticas del resto de España, Mas ha contado en Cataluña con la complicidad de la oposición, incluido el PP. Su presidenta, Alicia Sánchez-Camacho, dijo que Zapatero no ha dispensado un trato de favor a Cataluña. "Lo que ha hecho es permitir que una comunidad empiece a salir de una crisis que ha generado él mismo", argumentó la líder del PP, informa Sira Oliver. "No podía abandonar a Cataluña y dejar que Mas fuera el único responsable de esta situación".

El PSC fue más allá y reprochó a Mas que aceptara de Zapatero cobrar en 2013 y no ahora el pago de 1.450 millones del fondo de competitividad. El PP y el PSC también coincidieron en algo: censurar que CiU, con mayoría en la Mesa del Parlamento catalán, diera luz verde a que se debata una proposición de ley del partido de Joan Laporta sobre la independencia. CiU votará en contra.