Las cajas con problemas creen difícil alcanzar el capital mínimo exigido
Las entidades deberían captar 20.000 millones en los mercados para evitar su nacionalización - Los inversores consideran insuficiente la reforma del Gobierno
Las cajas de ahorros vivieron ayer una jornada intensa, plagada de reuniones. El Gobierno anunció el lunes un real decreto ley que eleva al 8% el capital mínimo exigido a las entidades para el próximo 30 de septiembre, con la consiguiente nacionalización a las que no logren esta meta. Los directivos de las cajas que no alcanzan este listón están haciendo sus cálculos para cumplir las nuevas exigencias. Entre ellos había ayer consenso en considerar muy difícil que los inversores les aporten el dinero para recapitalizarse. El hecho de ser cajas (algunas poco conocidas entre los inversores), el cierre que viven los mercados y el escaso margen de tiempo, hace que la misión sea casi imposible. El último recurso para evitar la nacionalización será la venta de activos, pero temen que a precios muy bajos , o fusionarse con entidades sanas.
Algunas cajas se plantean reducir sus provisiones en las cuentas de 2010
Los cambios darían más capital a costa de tener el activo menos saneado
Elena Salgado, vicepresidenta del Gobierno, anunció que habrá entidades que tendrán que presentar en septiembre un ratio de core capital o capital mínimo básico superior al 8% sobre los activos ponderados por riesgo. Será el caso de las cajas que no coticen en Bolsa, que no tengan inversores externos o que el volumen de préstamos en los mercados mayoristas supere el 20% de los activos. Esa cantidad adicional de capital todavía no se ha detallado. Esta incógnita también inquieta a las cajas y a los inversores.
En principio, las cajas con más problemas para alcanzar el nuevo listón son el Sistema Institucional de Protección (SIP) liderado por Caja Madrid y Bancaja (que forman la mayor entidad comercial de España), CatalunyaCaixa, Unnim, NovacaixaGalicia y Caja Duero-Caja España. Además, Bankinter y el Banco de Valencia (filial de Bancaja) también están por debajo del listón, con los últimos datos publicados. Fuentes del mercado estiman que la fusión liderada por Caja Madrid podría necesitar entre 2.000 y 3.000 millones para lograr el 8% de capital. Unicaja adelantó el core capital de 2010, que se sitúa en el 13,1%.
Ejecutivos de las entidades con problemas explicaron: "Si un grupo de cajas tenemos que salir al mercado todas a la vez a conseguir 20.000 millones, es muy difícil que lo logremos. Casi estamos ante un callejón sin salida". En los mercados, cerrados incluso para entidades solventes como el Santander y el BBVA, parece imposible que estas cajas puedan conseguir inversores salvo a precios de saldo. Además, CatalunyaCaixa, Unnim, NovacaixaGalicia y Caja Duero-España ni siquiera han anunciado la creación de bancos, lo que hace más difícil su misión.
Algunas entidades estudian solucionar este problema con cambios en sus cuentas de 2010, que todavía no han formulado oficialmente, aunque ya las tienen ultimadas. Por ejemplo, podrían rebajar las provisiones previstas con cargo a reservas para así presentar un ratio mayor de capital. Entre ellas está Caja Madrid. De esta forma, tendrán menos cobertura para sus fallidos, pero un ratio de capital más elevado. "Es una operación contable, pero en la foto de septiembre aparecerán con el 8% de capital. Aun así, seguirán teniendo en su balance el mismo problema de activos inmobiliarios depreciados", dice un analista que pide el anonimato. Si se hiciera esta operación, podría no cumplirse el anuncio del Banco de España sobre una provisión de 26.000 millones que iban a hacer las cajas contra el patrimonio.
"Me parece casi imposible que las cajas con problemas logren el capital mínimo exigido para septiembre", señala Joaquín Maudos, catedrático de análisis económico de la Universidad de Valencia. "Para conseguir dinero en los mercados hay que presentar una trayectoria, una gobernanza que se entienda, unos gestores que despierten confianza y muchas cajas no han trabajado en ello. Si entra el Estado, tendrá que rehacer la gestión para poder privatizar la entidad", comenta un veterano ejecutivo bancario.
EL FMI mostró su apoyo a la reforma del Gobierno, pero los inversores y los bancos de inversión fueron críticos. Aunque consideran que la medida va en la buena dirección, creen que los 20.000 millones que se utilizarán "como máximo", según Salgado, serán insuficientes. Ningún informe de bancos de inversión ha puesto esa cifra, sino otras más elevadas.
También se critica, por excesivo, que haya un plazo de ocho meses para ver la solución del sector. Algunos apuestan por que antes de septiembre habrá fusiones protagonizadas por las entidades con problemas con otras sanas.
El descontento de los inversores lo pagaron los bancos cotizados con bajadas significativas. Las acciones del Santander cayeron un 3,13% y las del BBVA un 2,92%, pese a que ambas entidades superan el 8% de core capital que pedirá el Gobierno. El Ibex 35 perdió un 1,35% de su valor. Algunos inversores interpretaron que los bancos españoles acabarán absorbiendo a las cajas con problemas. La prima de riesgo (la diferencia entre lo que se paga por la deuda española y la alemana) subió 11 puntos básicos, hasta los 220.
"El Gobierno ha perdido otra oportunidad de arrojar algo de luz sobre la recapitalización de las cajas y ha dejado a los inversores con un amplio margen de interpretación, lo que podría ser peligroso en este entorno de miedo sobre la deuda soberana" declaró Ignacio Cerezo, de JP Morgan Cazenove a Bloomberg.
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