Griñán defiende reformas pero sin retrocesos

Cada vez que en España se ha instalado el debate sobre el Estado de las Autonomías, el PSOE de Andalucía siempre ha reaccionado de la misma manera: atándose al palo mayor del 28 de febrero. Siempre le ha dado resultado y así volverá a hacerlo ante lo que su secretario general y presidente de la Junta, José Antonio Griñán, consideró propuestas "involucionistas" del PP en materia autonómica.

Griñán considera al ex presidente del Gobierno José María Aznar el ideólogo de este debate cuando días atrás aseguró que "España no da para tener 17 organismos que hagan las mismas cosas". Una frase que, confesó ayer, no sabe lo que quiere decir aunque "se le abrieron las carnes" al escucharla. El PP ha intentado aislar estas declaraciones, aunque su secretaria general, María Dolores de Cospedal, estima que el sistema autonómico actual es "muy caro".

El presidente afirma estar "tranquilo" por el buen trabajo de los alcaldes

Los socialistas consideran que detrás del cuestionamiento de las autonomías, a las que se les ha pedido una contención del gasto para atajar el déficit, lo que hay es "la intención de privatizar la sanidad y la educación", dijo ayer Griñán en el comité director del PSOE celebrado en Córdoba. "Por ahí no vamos a ir los andaluces. Nunca, jamás Andalucía ha logrado un periodo de prosperidad y de progreso como el vivido desde el 28 de febrero de 1980", fecha en la que Andalucía accedió a su autogobierno por la misma vía prevista solo para las llamadas comunidades históricas. Griñán aseguró que defender la autonomía es defender España frente a los que creen que el Estado autonómico es "un privilegio reservado a dos o tres regiones del norte".

No obstante, abogó por introducir reformas que mejoren el sistema, pero "sin que supongan un retroceso en la marcha autonómica". Esta misma reflexión la llevó a otras políticas como la de los derechos sociales, las pensiones o el sistema financiero. "Saldremos de la crisis con reformas, no con retrocesos", insistió.

Como líder de los socialistas andaluces, intentó insuflar ánimo a los suyos con vistas a las elecciones municipales. Admitió que "no son tiempos fáciles" y les advirtió sobre la intención de algunos sondeos que persiguen, según él, "desmovilizar a la base electoral" del PSOE. Hoy mismo, se conocerá el barómetro de otoño del Centro de Análisis y Documentación Política y Electoral de Andalucía, en el que el PP sería el partido más votado de celebrarse ahora elecciones autonómicas.

Griñán sigue restando importancia a estos sondeos porque cree que a la hora de depositar una papeleta los votantes se van a identificar con su ideología "que no es la del PP". Y como secretario general dijo estar "tranquilo" ante las elecciones municipales por el "buen trabajo" que han hecho los alcaldes socialistas.

Pero esa seguridad no es la que transmiten los candidatos municipales que temen que el efecto de la gestión de la crisis económica recaiga sobre sus espaldas. El principal activo de los alcaldes socialistas (y son cerca de 500) es su credibilidad, reconocía uno de los regidores presentes en el comité director, que avanzó que en los programas electorales no van a figurar grandes promesas porque no hay dinero para realizarlas.

Griñán también se mostró convencido de que el PSOE será el partido más votado y negó que los resultados de las municipales sean "un peldaño" de las elecciones autonómicas. A puerta cerrada, afirmó que él "no se presenta como candidato" en las municipales, aunque se volcará con todos. Esta frase generó no pocas interpretaciones, como la de que se estaba "desmarcando" de una posible derrota electoral. Aunque ni en su intervención ni en la de los secretarios provinciales -intervinieron todos salvo el de Huelva- hubo un tono derrotista, sí hay un mar de fondo en el PSOE preparándose para lo peor. Y lo peor -que el PP sume más votos que el PSOE- puede dar pie a una monumental movida en el PSOE.