El PSOE atisba su negro futuro
Las derrotas suelen ser huérfanas, pero la del PSC tiene padres identificables. Se debatirá si en el desastre del PSC han pesado más los desaciertos de Montilla y el PSC o el desgaste que Zapatero y el PSOE sufren en toda España, pero a los dos les toca lo suyo. En el PSC se desatará una crisis y Montilla pagará con su retirada desaciertos como los desajustes del tripartito, haber desoído a quienes desde La Moncloa le pedían no agotar la legislatura (como le ocurrió a Touriño), haber buscado la compasión en campaña admitiendo la derrota al anunciar su marcha y haber renunciado a formar mayorías de coalición e incorporar, como gran golpe de efecto, a Corbacho, el ministro peor valorado. Pero todo eso ocurre en un clima de malestar contra el PSOE del electorado socialista por los recortes y por renuncias a banderas históricas. Zapatero ha medido por primera vez en las urnas hacia dónde va su partido y tendrá que tomar nota de que se evita su presencia en los mítines y que es menos aclamado que Felipe González en los actos del partido. Y los candidatos autonómicos y municipales del PSOE empezarán a temblar al pensar que ellos pueden sufrir en sus carnes el desgaste. Muchos tendrán la tentación del "sálvese quien pueda" y distanciarse de Ferraz y vetar a Zapatero en sus campañas. Los catalanes suelen votar distinto en autonómicas, municipales y generales, pero el siguiente paso puede ser la pérdida del Ayuntamiento de Barcelona y todas las victorias del PSOE se apoyan en buenos resultados en Cataluña.
El PP logra hacer olvidar sus excesos de la anterior legislatura, con la recogida de firmas y el recurso contra el Estatuto. Rajoy sitúa al PP camino de La Moncloa, montado en la crisis y en su discutida estrategia y listo para futuros acuerdos con CiU.
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