El Tesoro vuelve a pagar más para colocar deuda a largo plazo

España no está en el grupo de cola de los países marcados por la crisis fiscal del euro como Grecia, Irlanda o Portugal, pero no es inmune a la mayor aversión al riesgo que ha reaparecido entre los inversores a raíz de los problemas financieros de la República irlandesa. Por este motivo, el Tesoro se vio obligado ayer a subir de nuevo los intereses que paga por colocar la deuda española.

En total, el organismo dependiente del Ministerio de Economía colocó a 10 y 30 años 3.654 millones de euros, con lo que alcanzó los objetivos de la emisión, situados entre 3.000 y 4.000 millones. Pero no le salió barato.

En el caso de los títulos que vencen en 2020, el Tesoro vendió 2.586 millones con un tipo marginal, el último antes de cortar la emisión, del 4,632%. Este interés es medio punto superior al de la última operación al mismo plazo, realizada en septiembre, cuando España aún se beneficiaba de la mejora en la confianza motivada por las pruebas de estrés a la banca. En los bonos a 30 años, el tipo se ha ido al 5,498%, también medio punto más caro.

Pese a la subida, la ministra de Economía, Elena Salgado, ha apelado a la "excelente cobertura" que ha tenido la subasta en términos de demanda para defender que el país sigue contando con la confianza de los inversores. Sobre este punto, el sobrecoste que España debe pagar por colocar sus bonos a 10 años frente a los alemanes, la llamada prima de riesgo, bajó ayer ligeramente hasta los 200 puntos básicos.