Hacienda recauda 630 millones en dos meses con la subida del IVA
El déficit del Estado baja un 42% por los cambios fiscales y el recorte de gasto
La subida del IVA ha aportado ya los primeros beneficios a las arcas públicas. El Estado recaudó hasta septiembre 630 millones de euros atribuibles al incremento del impuesto, según los cálculos del Ministerio de Economía. Ese impacto fiscal y el comportamiento general de ingresos y gastos han permitido estrechar el déficit del Estado al 3,45% del PIB, lo que permite al Gobierno "ser optimista de cara al cierre del año". A diferencia de lo que ocurrió en 2009, el Ejecutivo tiene indicios para pensar que el 9,3% de déficit en el conjunto de las Administraciones públicas se cumplirá.
El IVA recaudado por la subida fiscal se ajusta a la previsión de ingresar 1.900 millones adicionales este año. Hay que tener en cuenta que la cifra, divulgada ayer por el secretario de Estado de Hacienda, Carlos Ocaña, corresponde solo a los dos primeros meses de entrada en vigor del nuevo tributo, pues la información de septiembre aún no está disponible. Y esos 630 millones excluyen a las pymes, que están abonando este mes el IVA correspondiente al periodo julio-septiembre, pues rinden cuentas a Hacienda trimestralmente. Ese segmento empresarial aporta un 40% de la recaudación, según datos del ministerio, por lo que previsiblemente la cifra crecerá y al cierre del año alcanzará como mínimo esos 1.900 millones de más con que cuenta el Gobierno.
Pese a la bajada de salarios, el gasto en empleados públicos aún crece en el año
El IVA es el elemento que más revoluciona las cuentas del Estado. Las diferencias de calendario en las devoluciones que realiza el ministerio a las empresas -el año pasado se duplicaron para inyectar liquidez- están provocando crecimientos del 57% hasta septiembre. Si se resta ese efecto y el de los aplazamientos concedidos el año pasado, que se están cobrando ahora, la mejora real del impuesto queda en el 6,5%, superior a la de los últimos meses.
"El consumo mantiene un crecimiento moderado, frente al pronóstico agorero de que iba a caer", subrayó Ocaña en la presentación de la ejecución presupuestaria hasta septiembre. Pese a que el déficit del Estado evoluciona conforme a lo previsto -la cifra de septiembre es un 42% inferior a la de los nueve primeros meses del año pasado- y a que la Seguridad Social atesora un superávit del 0,9% hasta septiembre, el responsable de Hacienda evitó hablar de mejoras en las previsiones: "Me conformo con que se cumpla el objetivo".
La mejora del IVA, el mejor termómetro del consumo, contrasta con la evolución de otros impuestos, especialmente los directos. Al desplome del de sociedades, que sigue cayendo por encima de lo razonable (21%), se le suman los pobres resultados del IRPF. El tributo solo mejora un 5,6%, exclusivamente atribuible a las subidas fiscales (desaparición de la deducción de 400 euros y subida de los tipos del capital). Sin esas medidas, admitió Ocaña, la recaudación caería un 0,6%.
La otra pata de saneamiento de las cuentas públicas, el gasto, sigue arrojando moderados descensos. El 2,2% registrado hasta septiembre es inferior a lo que cabría deducir de los drásticos recortes de gasto aplicados este año. "El grueso del ajuste aún no lo estamos viendo; aparecerá en el último trimestre", pronosticó el secretario de Estado. Especialmente inflexible se muestra el gasto en empleados públicos, que aún crece el 0,8%, principalmente por la incorporación de personal derivada de acuerdos anteriores a las políticas de austeridad.
Respecto a la propuesta del Instituto de Empresa Familiar de que los funcionarios cobren según su productividad, Ocaña se mostró favorable pero aseguró que "una parte significativa" de los salarios públicos ya recogen ese concepto variable.
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