El Pentágono reduce el gasto militar en casa para financiar la guerra
Defensa quiere ahorrar 77.000 millones de euros en los próximos cinco años
En un esfuerzo para reducir el gasto militar, el Pentágono anunció el lunes un importante recorte de puestos de trabajo, sobre todo de contratistas privados; una reducción en el número de generales y almirantes, y la clausura de uno de los 10 comandos unificados del Ejército de Estados Unidos. Defensa no aplicará ninguna reducción de presupuesto sobre la guerra de Afganistán y sobre las operaciones previstas tras la salida de Irak, marcada para finales de agosto. Más bien, el Gobierno ha decidido acometer una serie de recortes sobre la inmensa burocracia del Pentágono, que ha visto dispararse su presupuesto en la última década.
El secretario de Defensa, Robert Gates, anunció en conferencia de prensa los recortes, que tildó de "dolorosos". "Debemos tener en cuenta las dificultades económicas que afronta la nación", dijo. La iniciativa forma parte de un plan para ahorrar 100.000 millones de dólares (77.000 millones de euros) en cinco años en el presupuesto de Defensa.
Gates prepara un recorte de empleo que se centra en los contratistas privados
Para ello, la cúpula del Pentágono ha propuesto al presidente Barack Obama que desmantele el Comando de Fuerzas Conjuntas del Ejército, un mando militar con base en Norfolk (Virginia) sin capacidad de planificación bélica y creado en 1999 para diseñar y asistir en una renovación tecnológica y educativa del Ejército. De él dependen 2.800 trabajadores contratados, en su mayoría soldados, y 3.300 colaboradores. Además, Gates quiere eliminar dos agencias y recortar un 10% los fondos destinados a contratos de asesores en materia de inteligencia, que el Gobierno incrementó de forma notable después de los atentados terroristas de 2001 en Washington y Nueva York. Estas reducciones también afectarán a los mandos militares: Defensa reducirá 50 puestos de almirantes y generales, porque, explicó, el Pentágono tiene una "jerarquía extremadamente pesada".
Estados Unidos es el país del mundo que más invierte en presupuesto militar. El importe solicitado por Obama para el Pentágono en 2011 es de 540.000 millones de euros. En comparación, el gasto militar de China, según el Departamento de Defensa de EE UU, es solo de 80.000 millones. El presupuesto operativo del Pentágono, excluyendo los gastos generados por las dos guerras, es en este ejercicio de 405.000 millones de euros, un importe que se ha incrementado en un 76% en la pasada década, ya que en 2001 era solo de 226.000 millones.
La Administración de George W. Bush aumentó notablemente los gastos militares y de inteligencia. El hecho de que la reforma se centre sobre todo en contratistas privados -la partida destinada a este fin se reducirá un 10% anual durante tres ejercicios- indica un cambio en las prácticas laborales del Pentágono, que durante los ocho años de Bush en la Casa Blanca pasó a depender fuertemente de empresas privadas externas que ofrecían personal y servicios al Ejército estadounidense. Según informes internos de Defensa, hay en este momento 766.000 contratistas trabajando para el Pentágono, lo que genera un gasto a las arcas públicas de 118.000 millones de euros.
Unas 750.000 personas trabajan en el Pentágono, una cifra que ha aumentado en 100.000 trabajadores en los últimos siete años. Donald Rumsfeld, antecesor de Gates, incrementó un 50% el número de personal que trabajaba directamente para él, de 1.000 a 2.000 empleados. Gates congelará esa cifra de forma indefinida.
Gates no reveló cuánto dinero le ahorrará a la Administración este recorte. Pero en una comparecencia en junio dijo que estaba estudiando diferentes partidas presupuestarias del Pentágono para recortar 76 millones de euros en gastos en los próximos cinco años, con el objetivo de invertir más en el armamento y las tropas necesarios en la escalada militar de Afganistán.
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