Marruecos rechaza las peticiones de España y "el chantaje" de Haidar
El conflicto sobre la activista saharaui provoca fricciones entre los dos Gobiernos
Si hay algo que el Gobierno socialista quería evitar a toda costa son fricciones con Marruecos a causa del conflicto del Sáhara Occidental. Si hay algo que la reivindicación de la activista saharaui Aminetu Haidar empieza a provocar son fricciones con el vecino del sur. La tirantez con Marruecos subió ayer varios grados después de que su Gobierno y los partidos políticos rechazasen, a instancias del rey Mohamed VI, las concesiones sugeridas por el Ejecutivo español para resolver la crisis desatada por la expulsión de Haidar de El Aaiún el 14 de noviembre. Desde el día 16 está en huelga de hambre en la terminal del aeropuerto de Lanzarote para poder volver a su casa.
El Gobierno no ha reaccionado a ese rechazo tajante de Marruecos, pero desde el PSOE hay cada vez más voces que expresan su irritación. Un miembro de la ejecutiva socialista, Pedro Zerolo, señaló ayer a Rabat que "es hora de soluciones y no de imposiciones". El eurodiputado Juan Fernando López Aguilar afirmó que Rabat "debe reparar la injusticia" que ha supuesto la expulsión.
Dirigentes del PSOE piden a Rabat que "repare la injusticia" cometida con Haidar
Para animar a Haidar a deponer su actitud, Agustín Santos, director del gabinete del ministro de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, llegó a afirmar el sábado en Lanzarote que España no reconocía los acuerdos de Madrid de 1975 mediante los cuales transfirió su colonia sahariana a Marruecos y Mauritania. "Desde un punto de vista jurídico es un torpedo en la línea de flotación de Marruecos", sostiene un diplomático.
El ministro de Asuntos Exteriores marroquí, Taieb Fassi-Fihri, se reunió el martes por la noche con los líderes de los partidos políticos. Juntos rechazaron en un comunicado "cualquier intervención extranjera" con relación al "caso Haidar". Su actitud es "un desafío a las autoridades marroquíes y una provocación ante los sentimientos nacionales (...)".
En consecuencia, "el conjunto de las fuerzas vivas del país (...) manifiestan su rechazo a ceder al chantaje", prosigue el comunicado. "Los partidos políticos piden al Gobierno de Su Majestad el Rey que no acceda a la petición de las autoridades españolas" de proporcionarle un pasaporte marroquí.
Consciente de que no cabe esperar mucho más de Marruecos, el Ejecutivo español solicitó ayer formalmente al secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, que colabore para buscar una salida. Es probable que en los próximos días España pida también ayuda a EE UU, que ya expresó su "preocupación" por la salud y los derechos de la saharaui.
Ese es el empeño del Centro Robert Kennedy, que el año pasado otorgó a Haidar su galardón más prestigioso. Su representante, Boiitia Stevens, que estuvo en Lanzarote, ha regresado a Washington, donde mantendrá reuniones con altos funcionarios del Departamento de Estado.
El texto suscrito al amparo del rey Mohamed VI por el ministro de Exteriores marroquí y los partidos atribuye además, en parte, la responsabilidad del secuestro de los tres cooperantes españoles en Mauritania al Frente Polisario, algo que carece de credibilidad a juicio del CNI.
Ese ataque, afirma el comunicado marroquí, "es la demostración de la implicación de varios grupos en actos terroristas perpetrados en la región con la connivencia probada de personas que residen en los campamentos de Tinduf", en el suroeste de Argelia y controlados por el Polisario.
El cónsul marroquí en Canarias, Abderramán Leibek, puso ayer en duda ante la prensa que Haidar esté en huelga de hambre. Explicó que para poder regresar a El Aaiún, Haidar debe "pedir perdón al rey de Marruecos y declararse súbdita marroquí". Entonces obtendría su pasaporte "en media hora". Haidar rechazó la propuesta.
Rabat acusa
- El Ministerio de Asuntos Exteriores de Marruecos divulgó ayer una nota en la que vincula al Frente Polisario en el secuestro de Españoles en Mauritania. El texto dice así: "La clase política marroquí destaca la coincidencia de este caso con el reciente secuestro de tres ciudadanos españoles, en el territorio mauritano y la implicación demostrada de varios grupos en los actos terroristas en la región y la connivencia probada de personas que viven en los campos de Tinduf [suroeste de Argelia]".
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