Los piratas apresan un atunero español
Defensa descarga la responsabilidad en el barco vasco por faenar lejos de la zona de seguridad de la Operación Atalanta y no atender los mensajes de alerta
"¡Son piratas, son piratas!", es lo único que le dio tiempo a decir al patrón del Alakrana por radio antes de tenerlos en cubierta. Eran las 5.30 de ayer, hora española, y el atunero, con la red echada, no pudo escapar. El Alakrantxu, otro pesquero propiedad de la misma empresa, Echebastar Fleet SLU, de Bermeo (Vizcaya), oyó la llamada de socorro e intentó contactar con el barco, pero a partir de ese momento todos los intentos de hablar con el Alakrana fueron inútiles. Sus 36 tripulantes habían sido secuestrados por piratas somalíes. No obstante, el capitán sí logró enviar un correo electrónico al armador asegurándole que estaban bien.
El pesquero faenaba a 800 millas de la fragata Canarias y a unas 350 de la zona más protegida, donde se encuentra el área que los atuneros habían señalado a los medios de protección de la Operación Atalanta como la zona donde solían pescar. Tres aviones de patrulla marítima, el P-3 Orion español, otro francés y otro alemán, se dirigieron hacia el lugar, así como la fragata Canarias, que estaba a más de 35 horas de navegación cuando ocurrieron los hechos. Poco después, el P-3 Orion confirmaba la presencia a bordo del atunero de al menos dos hombres armados con fusiles. El Alakrana avanzaba hacia la costa de Somalia, casi en el límite con Kenia, arrastrando un esquife con 15 bidones de carburante en su interior.
"Cada uno es responsable de sus actos", reprochó el general Domínguez
El capitán avisó al armador por correo electrónico: "Estamos bien"
El Ministerio de Defensa asegura que el Alakrana y otros tres pesqueros, franceses y españoles, habían sido advertidos 24 horas antes del peligro que corrían porque habían avistado embarcaciones sospechosas y donde estaban era muy difícil protegerles. El ministerio no sabe si el atunero recibió el mensaje porque, aseguran, no contestó.
Según Defensa, no era la primera vez que el pesquero se alejaba de la zona protegida y hacía caso omiso a las advertencias. "Cada uno es libre y responsable de sus actos", dijo el comandante del Mando de Operaciones del Estado Mayor de la Defensa, general Jaime Domínguez Buj.
Los atuneros españoles recibieron ayer la orden de sus armadores de alejarse del caladero para dejar actuar a las fuerzas de la Operación Atalanta. El objetivo del operativo dispuesto tras confirmar el secuestro es evitar que los piratas lleven a sus rehenes a tierra. El Alakrana ya había sufrido otro ataque el pasado 4 de septiembre. Una pequeña embarcación se acercó al pesquero sin ser detectado por el radar, pero el mal tiempo les dio ventaja y lograron escapar. Entonces viajaban 30 hombres a bordo.
Ayer eran 36 los embarcados, 16 de ellos españoles (ocho gallegos, siete vascos y un andaluz), ocho procedentes de Indonesia, cuatro de Ghana, tres de Senegal, dos de Malaisia, dos de Costa de Marfil y uno de Seychelles.
El armador ha viajado a Nairobi, donde ha sido recibido por el embajador español en Kenia, Nicolás Martín Cinto, a la espera de que los piratas establezcan contacto para pedir rescate. El Alakrana carece de una póliza específica de secuestros, que en los últimos años habían suscrito algunos pesqueros y que incluye el pago de rescate, su entrega y las gestiones para obtener la libertad del barco y los tripulantes. El seguro del barco cubre el casco, la pesca, las máquinas y la cantidad que se pague por el rescate, pero tiene que gestionarla el armador.
El Gobierno formó ayer un gabinete de crisis coordinado por la vicepresidenta María Teresa Fernández de la Vega, con representantes del Ministerio de Defensa, el de Interior, Medio Ambiente y Exteriores para tratar de rescatar cuanto antes a la tripulación.
Por la tarde, en una reunión en La Moncloa presidida por De la Vega -y a la que asistieron la ministra de Defensa, Carme Chacón; la de Medio Ambiente, Elena Espinosa; el secretario de Estado de Asuntos Exteriores, Ángel Lossada; el secretario general del Mar, Juan Carlos Martín Fraguerio; el jefe del Estado Mayor de la Defensa, José Julio Rodríguez Fernández, y el director del CNI, Félix Sanz Roldán- se activó la operación para la liberación del pesquero.
El Gobierno trabaja en la apertura de un canal de comunicación con las autoridades somalíes. Recientemente, en la reunión informal que el Alto Representante de la Unión Europea para la Política Exterior y de Seguridad Común, Javier Solana, mantuvo con los ministros de Defensa de la UE en Gotemburgo (Suecia), se debatió la posibilidad de reforzar el apoyo al Gobierno de Transición de Somalia y de sus estructuras de seguridad, enviando a militares a formar a patrullas de policía somalíes.
Chacón es favorable a la propuesta, siempre que haya el compromiso y la financiación necesarios para que no acabe en un efecto bumerán y que esos policías, previamente formados por fuerzas europeas, terminen volviéndose piratas en cuanto se vayan.
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