Una sencilla maniobra para tumbar una 'web'
El ciberataque que han sufrido los ordenadores estonios es uno de los más populares en Internet, por su eficacia y sencillez. Cualquier pirata malintencionado y bien formado puede tumbar una página web en cuestión de segundos, ya que el ataque es imposible de predecir y no se dirige contra la propia página sino contra un recurso difícilmente defendible: el ancho de banda.
Se llama ataque distribuido de denegación de servicio (DDoS, en sus siglas en inglés), y su objetivo es impedir el acceso a una página web, colapsándola con millones de peticiones. Para ello, los atacantes
envían un virus a miles de ordenadores de usuarios conectados a Internet, lo que les permite abrir una puerta trasera para controlar ese ordenador, al que denominan zombie. Según datos de la compañía estadounidense de antivirus Symantec, 21.707 ordenadores se convierten en zombies cada día. Madrid es, por cierto, la ciudad donde hay más PC infectados para el envío de correos electrónicos no deseados: un 6% del total.
Tras la infección de miles de ordenadores, el pirata puede ya utilizarlos a su antojo. En el caso de un DDoS, les ordena visitar la página que se quiere atacar al mismo tiempo, lo que provoca el colapso de la web. Google, Yahoo, Microsoft o la página del FBI son algunas de las empresas y organismos que han sufrido ataques DDoS. Según Symantec, cada día hay unos 5.200 ataques de este tipo, de distinta intensidad.
El caso de Estonia -uno de los países tecnológicamente más adelantados del mundo, cuyos 1.315.000 habitantes en más de un 50% están conectados a Internet- sería, de confirmarse, el primer ciberataque por denegación de servicio organizado contra un país del que se tiene noticia. Estados Unidos ha investigado en decenas de ocasiones intentos de espionaje electrónico que se originaban en servidores alojados en Rusia o China.
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