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Reportaje:Elecciones legislativas en EE UU

"Voto para que mi nieto regrese de Irak"

La batalla por el Senado en Virginia ha sido muy reñida y con toques xenófobos

Yolanda Monge

La mañana amenazaba lluvia pero no estaba fría. Por eso no le preocupaba ir lenta. Le ayudó a bajarse del coche un hombre que hacía campaña a la entrada del instituto Peyton Randolph, en Arlington (Virginia). "Señora, ¡vote demócrata!", recomendaba Julius Whitehaven mientras le pasaba la papeleta idónea. "Tengo muy claro mi voto, hijo", declaró con una sonrisa la mujer. Y siguió adelante, con paso tranquilo. Pauline Grace ha votado pocas veces en sus 69 años de vida. Pero no ha faltado a una sola cita con las urnas desde que George W. Bush está en el poder.

Estamos en Virginia, donde la batalla por el Senado ha sido ajustadísima, además de sucia, con toques xenófobos, antisemitas y de contenido sexual. George Allen contra Jim Webb. Un tejano republicano con camperas contra un veterano de Vietnam demócrata que también utiliza botas, pero militares en su caso. Webb pisa con calzado del Ejército, se calzó las botas de campaña por dos razones. La primera, porque está en contra de la guerra de Irak. La segunda, porque su hijo lucha en ella.

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"Allen [el candidato republicano al Senado] es un lacayo de Bush y Cheney", asegura Grace mientras muestra su carné de conducir como identificación para votar. "Bush nos ha metido en una guerra, nos ha engañado, y ahora cada día mueren nuestros jóvenes", declara con la misma tranquilidad con la que realiza todos sus movimientos. "Yo sé por qué voto. Voto para que mi nieto regrese de Irak". Tras el 11-S, conmocionada como el resto del país, Grace confió en su presidente. "Habíamos sido atacados, decían que Irak era el problema, pero nos mintieron y no quiero que mi Mike acabe en el cementerio militar de Arlington". Grace votó por Webb.

Los votantes que ayer guardaban fila para poder depositar su papeleta eran una representación calcada de cómo se ha movido la campaña electoral en Virginia. Mitad y mitad. Too close to call. Cuatro, tres, dos puntos arriba o abajo un candidato de otro. "Revalida Allen", declara Tom Dunn. "Echamos a Allen", garantiza Arthur Goldstein. "Allen es nuestro hombre para el Senado", comenta Mary Fisher. "El Capitolio necesita sangre política nueva, voto por Webb", dice Nora Thomason. El padre Flannagan rompe el empate. Dejó la parroquia para cumplir con su "deber moral". Virginia votaba ayer una enmienda a la Constitución que definiese el matrimonio sólo como la unión entre un hombre y una mujer. "Voto por Allen y contra el matrimonio homosexual".

Al acceder al colegio electoral, Alicia Eggen cuestionaba a los votantes si todo el mundo entendía la enmienda que iban a votar. Si no era así, se ofrecía a explicarlo. Eggen hacía campaña en contra de la proposición republicana de definir el matrimonio dentro de los límites heterosexuales. "La Constitución no debe discriminar a nadie", dice, "y eso es lo que pretenden los republicanos de Bush".

Como Pauline Grace, Osama Aldin anda despacio, le cuesta caminar. Cojea desde que fue herido en 1982 en la guerra Iran-Irak. "Las guerras sólo crean sufrimiento y destrucción", dice este iraquí que lleva 22 años en EE UU. "Pensé que algún día regresaría a mi país, pero ahora creo que moriré en tierra americana, no existe el sueño de un Irak libre, nadie puede vivir hoy en Irak". Aldin votó por Webb.

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Sobre la firma

Yolanda Monge
Desde 1998, ha contado para EL PAÍS, desde la redacción de Internacional en Madrid o sobre el terreno como enviada especial, algunos de los acontecimientos que fueron primera plana en el mundo, ya fuera la guerra de los Balcanes o la invasión norteamericana de Irak, entre otros. En la actualidad, es corresponsal en Washington.

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