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Un yacimiento de Cádiz expondrá una réplica exacta de un anillo fenicio

La Casa del Obispo permite contemplar restos romanos

En la Casa del Obispo de Cádiz, un yacimiento arqueológico recién inaugurado, se puede contemplar un muro del siglo VIII antes de Cristo único en el mundo por sus dimensiones, observar escarabajos entre milenarias piedras que se creían extinguidos, comprobar que los romanos comían caracoles con conejo o descubrir a partir de esta semana una réplica exacta del anillo fenicio encontrado entre las catedrales.

La empresa Monumentos Alavista se ha encargado de poner en marcha en solitario este yacimiento arqueológico ubicado en el Campo del Sur, en el casco antiguo de la ciudad, al lado de donde se cree que se ubicaba el acantilado de Cádiz. El que fuera palacio episcopal guarda en su subsuelo restos de todas las civilizaciones que han pasado por la capital gaditana: fenicios, púnicos, romanos, árabes y cristianos.

El promotor de esta iniciativa es Germán Garbarino. Asegura que los 1.362.000 euros que ha costado toda la obra de recuperación y excavación de esta zona han salido de su bolsillo y de la ayuda de familiares y amigos. "Hemos pedido alguna subvención europea pero todavía no ha llegado". Su empresa Monumentos Alavista, que ya había explotado la Torre de Poniente de la catedral, ganó el concurso del Ayuntamiento para hacer visitable todo el recinto. A través de pasarelas de vidrio se ha construido un suelo traslúcido que permite contemplar los restos en 1.500 metros cuadrados, desde la sala de cisternas, donde aparecen piletas romanas y un ánfora conservada entera en una sala donde se conservaba fría el agua, hasta el templo romano, que el empresario considera vestigio de un edificio principal dedicado a una divinidad.

En una semana de apertura, la Casa del Obispo ha conseguido mil visitantes, con entradas que oscilan desde los tres a los cuatro euros. Es un viaje a la Historia que, de momento, sólo es parcial. La idea de Garbarino es recuperar un total de 4.000 metros cuadrados, cuando el arquitecto Campo Baeza culmine su proyecto cultural entre las catedrales vieja y nueva. La segunda y tercera fase del yacimiento, que permitirá la construcción de un auditorio y pasajes subterráneos hacia la cripta de la iglesia de Santa Cruz, supondrá un coste de seis millones de euros, que el promotor espera financiar con dinero europeo.

Lo más inminente es la presentación esta misma semana de una réplica exacta, basada en estudios del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, del anillo fenicio encontrado en este enclave en 1998 dentro de una tumba. Una joya de oro cuyo dueño sigue siendo un misterio para los expertos. "Pudo ser un rey o un sumo sacerdote. No se sabe. Pero debió de ser alguien muy importante porque las distintas civilizaciones fueron respetando su tumba y fueron construyendo santuarios en el entorno", explica el empresario. Su máximo deseo es que el anillo real se exponga en este yacimiento, el mismo lugar de donde salió.

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